Hoy os voy a contar mi encuentro con el saltamontes Paco.
Paco, me mira curioso en la distancia.
Ante todo quiero deciros que le he puesto este nombre debido a una canción que se le canta en casa al nieto y que los alumnos entre 4 y 6 años de mi mujer han cantado como final de curso. Y yo al día siguiente me encontré con él.
Tranquilo clava sus ojos en mis movimientos.
Paco es un hermoso y colorido saltamontes que habita en las praderas de altas hierbas que se forman en las orillas del pantano de La Jarosa en las tierras altas de Guadarrama.
Sus alas realizan movimientos casi vibratorios
A Paco lo vi en la distancia, agarrado al tallo de una alta hierba. Destacaba por sus colores rosados y grises contra el fondo verde y parecía estar observándome. Le hice una foto a cierta distancia y me fui acercando poco a poco.
Paco, no siguió la letra de la canción y permaneció quieto observándome. Me eche al suelo y me acerque todo lo que creí prudente en un primer momento. Sus “pupilas”, esas pequeñas manchas negras dentro de sus ojos compuestos, seguían mis movimientos. Seguí acercándome y Paco seguía observándome. Pensé que en cualquier momento saltaría, como dice la canción, y me dejaría allí haciendo el ridículo con el ojo en el ocular de la cámara y sin nada que fotografiar.
Su mano derecha comienza a desplazarse.
Pero no fue así.
Paco se mostraba tranquilo, dueño de la situación diría yo, y empecé a disparar foto tras foto, cuando de repente Paco empezó a mover sus alas como si quisiese conquistar a alguien enseñando su belleza.
Cada vez esta mas inclinado hacia fuera.
Saque los ojos de la cámara y mire con cuidado a su alrededor. No había ningún saltamontes más.
¿Por qué se mostraba Paco tan expresivo?
De repente caí en la cuenta, Paco estaba viendo otro saltamontes igual que él en el cristal de mi filtro ultravioleta.
Suelta su mano derecha y acerca su cabeza hacia el objetivo.
Su interés fue tan grande por el compañero que respondía a todos sus movientes, que en un momento determinado se soltó de la rama con una de sus patas y se acerco a mirar al objetivo con suma rapidez y sin darme tiempo a enfocar. Había que hacer la foto sobre la marcha, saliese como saliese.
Mira el reflejo en el vidrio, tranquilo.
Parece comprender que es él mismo.
Dos o tres fotos le hice en esa posición y luego al mover un poco la cámara el embrujo desapareció y el saltamontes Paco volvió con sus patas al tallo de la hierba y miraba aun interesadísimo el reflejo en el filtro.
Pero no dio un enorme salto y se marcho. No, se quedo ahí mirándome, como diciéndome que era mi amigo e incluso cuando me levante permaneció en su tallo tan tranquilo.
Me separo de Paco. Se queda mirandome tranquilamente
No es la primera vez que noto que un saltamontes se ve reflejado y hace cosas de marcar el territorio o conquistar a la guapa que se le pone delante, pero nunca los había visto acercarse al objetivo como lo hizo Paco.
Nada más por hoy. Sed felices.
Antonio