Gallego de nacimiento, así se cree por sus primeros escritos, nació hacia mil trescientos sesenta y cinco.
Personaje extraño que tuvo una visa con motivaciones y deseos cambiantes a lo largo de toda ella.
Solicito al rey Juan I de Castilla poder casarse con una mujer mora, cosa que este le concedió pero obligándolo a abandonar la corte.
No debió permanecer muy lejos de ella pues poco después combatió en la batalla de Aljubarrota contra los portugueses en la que los castellanos fueron vencidos.
Es en esos momentos cuando decide llevar una vida asceta y Garci Fernández de Gerena se traslada con su mujer a una ermita cerca de Gerena, Sevilla, a realizar una vida contemplativa y donde escribe algunas cantigas y loores a la Virgen.
De repente le da un “yuyo” y con la excusa de un viaje de peregrinación a Jerusalén, se pasa a Granada donde abrazara la religión mahometana y tendrá relaciones amorosas con su cuñada que le dará unos cuantos hijos.
Pasados unos doce años, decide volver a Castilla y retomar de nuevo la religión católica.
Seguirá escribiendo y a través del cancionero de Baena nos han llegado una serie de Decires y Cantigas, algunas de las cuales se pensó que eran de otros autores como la Cantiga de despedida del amor.
Su vuelta a Castilla vendrá acompañada de burlas y apuros debido a sus cambios de religión y de mujer.
Se cree que murió hacia mil cuatrocientos diez.
DECIRES EN LOORES DE SANTA MARIA
Virgen, flor d’espina,
ssyenpre te serví,
santa cosa e dina,
rruega a Dios por mi.
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