Nacido en Madrid en 1580, hijo de un matrimonio asentado
en la Corte; su madre era dama de la Reina y su padre un personaje importante
dentro de palacio.
Estudia en los Jesuitas y pasa luego a la Universidad de
Alcalá de Henares donde estudia lenguas antiguas, latín y griego, y modernas
como francés e italiano; también filosofía y más tarde en
Valladolid Teología pero no llega a ordenarse sacerdote.
Es el más grande poeta
del Siglo de Oro español; sus dos mejores amigos también escritores fueron Lope
de Vega y Cervantes, y su mayor enemigo D. Luis de Góngora, al que dedicó un montón
de poesías sarcásticas y mal intencionadas, entre ellas el soneto que os pongo hoy titulado Una
nariz.
Secretario del duque de Osuna, fue con él a Italia y a la vuelta, por
temas políticos, fue desterrado a la Torre de Juan Abad.
Es un personaje
fantástico. Su primera obra, escrita para traerse la atención de los
cortesanos, fue “La vida del Buscón don Pablos” una gran obra picaresca. También
en prosa escribió Los sueños y en teatro “Como ha de ser el privado”, pero
donde realmente alcanzo un grado increíble de perfección fue en la poesía donde
llego a escribir más de ochocientos cincuenta poemas.
De vida un poco azarosa, fue encarcelado por escribir al rey un poema satírico que hizo introducir en su servilleta y después, al ser puesto en libertad cuatro años después, ya no volvió a la corte, muriendo en Villanueva de los Infantes en 1645.
Nuestro poeta no es otro que Francisco Gómez de Quevedo Villegas y Santibáñez Ceballos, conocido vulgarmente como Francisco de Quevedo. Os dejo con su soneto. Espero que os guste.
De vida un poco azarosa, fue encarcelado por escribir al rey un poema satírico que hizo introducir en su servilleta y después, al ser puesto en libertad cuatro años después, ya no volvió a la corte, muriendo en Villanueva de los Infantes en 1645.
Nuestro poeta no es otro que Francisco Gómez de Quevedo Villegas y Santibáñez Ceballos, conocido vulgarmente como Francisco de Quevedo. Os dejo con su soneto. Espero que os guste.
A UNA NARIZ
(Dedicada a Luis de Gongora)
Erase un hombre a una nariz pegado, (A)
érase una nariz superlativa, (B)
érase una nariz sayón y escriba, (B)
érase un peje espada muy barbado (A)
érase una nariz superlativa, (B)
érase una nariz sayón y escriba, (B)
érase un peje espada muy barbado (A)
Era un reloj de sol mal encarado, (A)
érase una alquitara pensativa, (B)
érase un elefante boca arriba, (B)
era Ovidio Nasón más narizado. (A)
érase una alquitara pensativa, (B)
érase un elefante boca arriba, (B)
era Ovidio Nasón más narizado. (A)
Erase un espolón de una galera, (C)
érase una pirámide de Egipto; (D)
las doce tribus de narices era. (C)
érase una pirámide de Egipto; (D)
las doce tribus de narices era. (C)
Erase un naricísimo infinito, (D)
muchísimo nariz, nariz tan fiera, (C)
que en la cara de Anas fuera delito. (D)
muchísimo nariz, nariz tan fiera, (C)
que en la cara de Anas fuera delito. (D)
Hasta la próxima. Espero que os haya gustado.
Sed felices o por lo menos intentarlo.
Antonio
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