De estilo Isabelino, es decir gótico tardío, la iglesia de San Jerónimo el Real de Madrid, ha sufrido a lo largo de su historia multitud de trasformaciones, la ultima hace apenas unos años con la incorporación del claustro de siglo XVI al Museo del Prado y la reparación de sus torres y muros, desde mi punto de vista, incorporando elementos de enfoscado erróneos.
Tantas reformas ha tenido que si levantase la cabeza su arquitecto Enrique Egea, aunque esto no es seguro, se echaría a temblar.
Los Reyes Católicos la mandaron construir a finales del siglo quince y se comenzó sus obras por mil quinientos tres. Su construcción se debió a dos factores:
Uno tener los reyes un lugar donde acogerse en sus visitas a Madrid y otro, trasladar al convento de San Jerónimo entonces existente junto al río Manzanares a un lugar mas saludable.
De la portada original no queda absolutamente nada. Fue destruida por las tropas napoleónicas y la actual se debe a una restauración que mando realizar en toda la Iglesia D. Francisco de Asís consorte de la reina Isabel II, momento en el cual a parte de restaurar la fachada se le añadieron las dos torres que conocemos actualmente.
La portada fue realizada en el siglo XIX por el escultor Ponciano Ponzano, el mismo que realizó el friso del tímpano del edificio de las Cortes Españolas. Esta portada, neogótica del siglo XIX esta retranqueda de la fachada con un atrio que remata con un arco carpanel.
La portada enmarcada esta compuesta por una arcada de medio punto con sus correspondientes arquivoltas, sobre la que destaca dentro de otro arco sobrepuesto un Calvario con Cristo, La virgen y San Juan.
Bajo el y ya en el tímpano de la puerta unas escenas del nacimiento de la Virgen.
Antes, dos escudos de la casa real española, uno a cada lado del eje flanquean el Calvario.
En una de las jambas, y como continuación de ellas, existen unos pináculos o doseles donde se cobijan unas imágenes y en las propias jambas otras dos imagenes y entre floripondios unos angelotes que aparecen de vez en cuando, una figura humana y ciertos animales como una oveja y un perro.
Como curiosidad, la verja de hierro forjado que cierra el atrio no es española sino que se fundió en Francia.
Y para terminar, la actual escalinata existente hoy en día y que enlaza con el Museo del Prado se realizo para la boda de Alfonso XIII en 1906.
Nada más. Os dejo con las fotos, pues esto es apreder con la vista.
Como vereis es más el valor historico del conjunto que el valor artistico de la portada, pero el destino no ha querido que Madrid conservase intacto el unico templo gótico-isabelino que nos quedaba.
Buen dia y hasta pronto. Sed felices.
Antonio
Me ha gustado mucho
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