¿Qué es arquitectura popular?
Existen muchísimas definiciones, pero a mi personalmente me gusta esta que oí
una vez:” La arquitectura popular es el arte de la construcción, sin técnicos, que se basaba en la tradición y en las aportaciones generacionales a lo largo de
los siglos”
Aportaciones que por
tradición y necesidades se van incluyendo en viviendas y restos de edificios..
Las poblaciones
rurales, vivían dispersas en los campos, al abrigo siempre del campamento, des
castillo o del convento, lugares donde refugiarse en caso de necesidad. El
incremento de la población, dio lugar a la generación de aldeas, villas y
burgos alrededor de estos enclaves.
Por regla general sus
calles se alineaban a lo largo de un camino, alrededor del castillo o tomando
como base antiguas cimentaciones de antaño.
Hay que considerar también
su formación desde el punto de vista étnico y religioso, o de su situación
respecto al clima, zonas de conflictos y un largo etc.
Todo ello ha dado una rica
arquitectura popular en nuestro país de una considerable amalgama de distintos
estilos en función de la zona por la que visitemos.
Hoy os voy a colocar aspectos
que he captado en un pueblo que no conocía de Andalucía, en el extremo oriental
de Málaga y a unos escasos diez kilómetros del mar Mediterráneo: Frigiliana.
Frigiliana es una
hermosa villa blanca, asentada en una ladera a unos 350 msnm, de origen
morisco, como muy bien puede apreciarse
al visitar el pueblo, con calles estrechas y empinadas y con gran cantidad de
accesos a distintas propiedades que aprovechan las distintas alturas. Es, cómo
no, un pueblo lleno de detalles de arquitectura popular del que yo he tomados
algunos en una visita rápida que efectué no hace mucho.
Poco veréis del pueblo
en sí, encontrareis en la Red infinidad de entradas sobre el mismo, y me he
centrado más en aquellos detalles que pude captaren una hora de aseo por sus
calles. Tengo que volver con menos prisas.
La arquitectura popular
no es solo la arquitectura propiamente dicha, si no muchos de los objetos que
la acompañan y que le dan su propia vida y estilo.
Las plantas y los
recipientes que las acogen son por regla general en la arquitectura de los
pueblos mediterráneos un elemento esencial de vida y color que rompen la monotonía
del blanco de cal y el rojo de la teja árabe o curva.
Las ventanas tienen su
encanto personal. Madera pintada en tonos añiles es elemento que abre y cierra
la vivienda a la calle. Elemento de dejar ver y ocultar en el que tras unos
visillos y unos delgados cristales unos ojos pueden observarte sin que tú te
des cuenta.
En la parte antigua la
estrechez de las calles y los aprovechamientos del terreno para las
construcciones no da sitio para demasiadas plazas, pero lo que en origen pudo
ser una propiedad única se convierten múltiple propiedad o única con usos
distintos a distintos niveles creando al abrirse las zonas explanadas que
recuerdan pequeñas plazas.
La blancura es una
constante de los pueblos blancos andaluces. Calles estrechas y paredes
encaladas que cumplen las dos las mismas misiones: evitar las humedades y
reflejar la luz para reducir al máximo la influencia solar en el interior de
las viviendas.
En esta foto se puede
apreciar el peto de la calle que asciende hacia lo alto del pueblo a manos
derecha.
Uno de los encantos de
la arquitectura popular, o al menos a mi me lo parece, es la conjunción entre
antiguas construcciones con otras posteriores que no afean en absoluto al
pueblo. En este caso una antigua muralla o un antiguo cerramiento derruido se
ha consolidado con la edificación creando de cara al público u patio que sirve
de distribuidor a distintos viviendas.
No podía faltar en un
pueblo blanco la irrupción de una preciosa buganvilia que aparte de dar color
corta la perspectiva y humaniza esa zona. Es nexo de enlace entre el jardín
privado y la vía pública. La pequeña puerta que abre el jardín a los ojos
extraños nos muestra sus rocas y en ellas tres cantaras de vidrio dan humanidad
a la piedra (Lado izquierdo de la foto tras la puerta)
Y qué decir de las
tejas árabes encaladas y mimadas en su colocación al máximo. La teja curva,
teja llamada árabe, es uno de los elementos constructivos que han perdurado
ante las nuevas técnicas constructivas, realzándolas en muchas ocasiones.
Y cuando las observas
cubriendo el paramento al que deben proteger, te das cuentas que son capaces de
soportar no solo el agua sino el paso del tiempo.
Volvemos a las macetas.
Son un elemento particular en cada fachada. Están colocadas ahí unas de manera
fortuita y otras incrustadas en los propios muros de manera consciente, como
una aportación contemporánea a su entorno.
Los huecos en fachada
son un elemento esencial en la arquitectura de nuestros pueblos.
Huecos de trabajo,
huecos de luz, de protección etc conviven unos con otros sin molestarse. Las
diferencias estriban en la calidad del acabado de sus ventanas y puertas y en
las rejas que sobre ellos se coloquen.
La importancia que se
le da al hueco va en consonancia con su valor con respecto a la zona de la
vivienda donde se realiza. Asi, lasescudrias de las maderas difieren en su ejecución
y montaje. Incluso las pinturas y los herrajes pueden pasar de estar ocultos a
mostrarse de la forma mas descarada.
Una parte importante y
que pasa muchas veces desapercibida es la relación luz sombra.
La luz, sobre todo en los
pueblos blancos, es el elemento esencial y por lo tanto la sombra es la luz
opuesta que juega con la primera. La combinación de ambas nos aportan un cambio
constante en el paisaje urbano.
Fijaros en la sombra de
la reja de la ventana. Da la sensación que es una bolsa que quiere o espera
recoger a aquello que la produce.
Por último una sencilla
embocadura de un acceso a una vivienda. El contraste entre la luz blanca y esa
madera oscura, pintada de tal forma, que se hunde en la fábrica que la rodea.
Volveré a este pueblo,
como pienso volver a muchos de los pueblos de la geografía española buscando detalles.
Por hoy nada mas.
Sed felices
Antonio
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