En un viaje por las tierras de las Cinco Villas, me acerque hasta Sangüesa, ya en Navarra, para conocer sus dos iglesias románicas: la de Santiago y Santa María la Real.
Las reflexiones que a continuación suscribo se refieren a Santa Maria la Real, joya donde las haya, comenzada en románico y terminada en gótico como demuestran los arcos apuntados de sus fachadas.
Santa María la Real de Sangüesa
Las iglesias románicas que he visitado, presentan todas ellas un rasgo común que no es otro que el orden en el relato y la colocación del mismo en su fachada.
Suelen desarrollarse las portadas alrededor de un eje central de simetría y en altura en la que la parte superior suele estar presente un Pantocrátor o una figura de Virgen y en otras ocasiones la de un de santoo en la mayoria, la pared lisa, como podemos ver en las fotos siguientes.
Monasterio de La Oliva en Carcastillo (Navarra)
Iglesia de Puylampa (Cinco Villas, Aragón)
Os he colocado diversas fachadas para con su ornamentación y he marcado en ellas sus ejes de simetría y en caso de haberlos sus distintas zonas compartimentadas y todo ello para llegar a ver la fachada que consciente e inconscientemente me ha hecho pensar mucho:
Santa María la Real de Sangüesa.
En esta fachada se dan, desde mi punto de vista, tres características difíciles de encontrar juntas.
Las dos primeras, dos maestros distintos para su elaboración de la fachada, que puede observarse claramente, y de los que luego hablaremos. Pero ello no es anormal debido generalmente a la duración de la ejecución de estas obras y a las tempranas edades que la muerte visitaba a las gentes de aquella época. Hay más de una iglesia con estas características.
El tercer elemento discordante es el orden y el desorden dentro de un mismo paño.
Inicialmente la fachada de Santa María la Real de Sangüesa está enfocada dentro de los cánones de la simetría que se da en el románico y en los artes constructivos de la antigüedad.
Siento no tener mejores fotografías de la fachada completa pero en este viaje rompí un gran angular en el momento más inoportuno, lo cual no es óbice para seguir adelante con el tema.
Portada de Santa María la Real
Hay que fijarse en el esquema original de la fachada que sigue los cánones clásicos, hasta que, no se sabe porque comienzan a colocarse figuras dispares y sin orden de ningún tipo en la fachada, llegando a hacerse esto incluso en la zona más limpia y clásica de la porticada,la del maestro de Agüero, donde están los doce apóstoles debajo del Cristo en Majestad. Observar la columna o contrafuerte según se mira a la derecha y ahí veréis una figura de animal a la altura de la cabeza de los apóstoles.
Zonas con un cierto desorden en la colocación de los distintos elementos. No existe simetría de colocación respecto al eje vertical en los laterales, enjutas y contrafuertes.
Ahora bien donde el desorden alcanza su máxima expresión son en las enjutas y en los contrafuertes como ya hemos indicado.
¿Por qué? ¿A qué obedece tal desorden? Desde que me puse en un día gris delante de la fachada sigo dándole vueltas al asunto.
¿Podría ser que inicialmente la fachada fuese de mayores proporciones? ¿Puede ser que se encargo en exceso y se quiso aprovechar? ¿Si la liturgia mantiene siempre, más o menos, un orden porque aquí no?
Fijémonos en la entrada a la iglesia del monasterio de Ripoll.
Es uno de los frisos escultóricos más importantes de todo el románico, pero a diferencia de la portada de Santa María la Real de Sangüesa presenta una colocación acorde con lo que se quiere representar.
Portada del monasterio de Santa María en Ripoll, Gerona.
Es uno de los frisos escultóricos más importantes de todo el románico, pero a diferencia de la portada de Santa María la Real de Sangüesa presenta una colocación acorde con lo que se quiere representar.
En Ripoll se representan imágenes del Antiguo Testamento, con un exquisito orden, natural de un arte que entre otras cosas buscaba la perfección, el acercamiento a Dios y la enseñanza de este al pueblo, a través de unas esculturas y pinturas perfectamente estudiadas en cuanto a distribución, formas y sentido.
Y si nos fijamos no solo en Ripoll, sino en casi todo el románico español, veremos y encontraremos en su estilo, casi siempre, un orden que de alguna forma quería interpretar el orden cósmico, el orden de Dios.
Veamos otro ejemplo en el que se conserva con todo rigor el orden respecto a los ejes de simetría y las particiones tanto verticales como horizontales: Santo Domingo en Soria.
Santo Domingo, Soria (Castilla y León) Eje de simetría y compartimentación de fachada
La portada oeste de Santo Domingo, presenta una maravillosa exquisitez en cuanto a diseño y simetrías. Hay un orden en toda ella, desde la puerta y sus arquivoltas a la disposición de los nichos donde seguramente se albergarían los apóstoles y otros santos de la Iglesia. Pero el esquema en cuanto a disposición y orden es exquisito. Incluso cada una de las arquivoltas de la puerta está perfectamente ordenada con respecto a los temas que se desarrollan en ella.
En Santa María la Real de Sangüesa, si bien parece que inicialmente se ajustaba a dichos cánones, algo o alguien decidió cambiarlos, tanto que incluso dicho orden se pierde en la propia formación de las arquivoltas en las que se mezclan distintos seres, animales y personajes de forma arbitraria.
Tímpano y arquivoltas. Fijaros en la mezcolanza de imágenes en cada una de ellas.
Maravilloso tímpano del maestro Leodegarius, representando el Juicio Final, con un maravilloso infierno relatado en la zona derecha, sobre los apóstoles y estos con la Virgen que sostiene al Niño, debajo.
Por el contrario, el tímpano de la portada es de un orden exquisito para contar el juicio final, el paso por el fiel de la balanza y con ello la salvación o el Infierno, con todos los horrores que se dan en él.
Orden y caos en un alarde del románico.
Veamos ejemplos gráficos de dicha fachada y vayamos comentándolos, no desde el punto de vista del entendido en románico que no lo soy, pero si desde el punto de vista de un enamorado de este maravilloso arte.
Veamos ejemplos gráficos de dicha fachada y vayamos comentándolos, no desde el punto de vista del entendido en románico que no lo soy, pero si desde el punto de vista de un enamorado de este maravilloso arte.
De entrada, como los expertos nos cuentan, la fachada esta realizada por dos maestros distintos.
El primero, el tramo de fachada hasta la coronación de la puerta pertenece a un maestro francés cuyo nombre parece ser Leodegarius, tal y como lo indica el escrito existente en el libro que sostiene la Virgen María en sus manos, en la escultura central de las tres columnas femeninas a mano izquierda según se mira el pórtico.
Columnas al lado opuesto de la Virgen. Detalle con Judas ahorcado y el demonio encima.
Quizás exista, pero no conozco ninguna representación de Judas ahorcado en un pórtico románico.
Quizás exista, pero no conozco ninguna representación de Judas ahorcado en un pórtico románico.
La segunda parte, más ordenada, tiene todo el aire del maestro de Agüero o de San Juan de la Peña, representando en lo más alto y en el centro un Cristo en Majestad rodeado de los signos de los cuatro evangelistas.
Parte superior de la portada del maestro de Agüero.
Si hay algo en el románico que es fundamental es la trasmisión de la enseñanza de la religión a través de figuras esculpidas en capiteles y fachadas de las iglesias. Las arquivoltas de las puertas principales suelen ser un compendio de un montón de cosas normalmente enlazadas en un tema común.
Las arquivoltas de Santa María la Real presentan en conjunto una ingente cantidad de mezclas en cada una de ellas, juntando pecados, animales y seres mitológicos. ¿Por qué? Quizás la visión del maestro Leodegarius era una visión atormentada de sus sentimientos interiores y se dejo llevar. Lo curioso es que las autoridades religiosas permitiesen aquellos desvíos que no se suelen ver.
Distintas mezclas, para mi extrañas, en las arquivoltas.
Es cierto que, por ejemplo, en la iglesia de Santa María del Azogue en Benavente existe una representación de una Eva desnuda bajo el árbol del Bien y del Mal en la arquivolta, pero es en yuxtaposición a la representación de la Virgen pisando al demonio en el lado contrario.
Pero aun así, las arquivoltas deberían tener un cierto sentido, que quizás a nosotros ahora nos cuesta interpretar, estas guardan por lo menos los canones respecto al eje, pero una vez que salimos de ellas se llega en esa parte de la fachada lo que yo llamo el caos de la colocación según el azar.
Si nos fijamos en las dos enjutas veremos cantidad de imágenes, quizás un tesoro único del románico, colocado en un desorden colectivo, que obliga a los ojos a pasar de una a otra buscando el camino correcto de su lectura.
Enjuta lado izquierdo y contrafuerte decorado. ¿Existe algún orden?
Nuevo Testamento, representación de escenas de la Virgen y San José, mezcladas con el Antiguo Testamento, Adán y Eva, y entre ellas toda una serie de figuras del bestiario como basilisco, arpías, grifos, oficios representado en figuras como un herrero, un zapatero, también la representación del pecado en la lujuria y la ira, esculpidos respectivamente en una mujer desunida y serpientes agarradas a sus pechos y unos caballeros en plena disputa.
Enjuta lado derecho y contrafuerte. Fijaros en la mezcolanza de personajes.
También, según unos, está representada una leyenda nórdica, la Saga de Sigurd, si bien me choca en una fachada dedicada a la enseñanza religiosa. Creo que ello es otra lectura que debía estudiarse por los expertos. A mi personalmente me cuesta creerlo.
Si ascendemos un poco más, y dejamos la primera parte de la fachada y nos adentramos en la segunda, nos damos cuenta que aquí impera un orden distinto. Salvo pequeñas intervenciones, la ejecución del maestro de Agüero, si responde a una organización canoníca.
Cristo está en el eje de simetría de la fachada, rodeado por los signos de los evangelistas, y a su alrededor y con un orden exquisito los ángeles y los apóstoles. Los dos ángeles parecen estar montando guardia alrededor del Pantocrátor como si de guardias de corps se tratase.
Los apóstoles, perfectamente colocados en dos hileras superpuestas.
Es en esta fachada donde el orden es más acusado, si bien parecen en el lado derecho del contrafuerte una serie de figuras que no corresponden con la rigidez de esta parte de la fachada.
Y aqui llega la pregunta que, desde conocí Sangüesa, me sigue dando vueltas a la cabeza: ¿No será que a posteriori de la ejecución de la fachada se decidió colocar toda una serie de esculturas arrinconadas a pie de obra?
Grifo junto a figura humana trabajando. No tiene sentido su colocación. Parece como si el personaje humano estuviese colocado para rellenar el hueco entre la arquivolta y la imposta.
¿Quizás se había pedido más de lo que se podía colocar ordenadamente? ¿O inicialmente el templo iba a ser mayor que el ejecutado?
Infinidad de preguntas me vienen a la cabeza y me seguirán viniendo cada vez que me ponga delante de esa fachada de una forma u otra.
Nada más por hoy.
Solo me resta pedir perdón si por ignorancia he cometido algún pecado mortal contra la ejecución de esta fachada a la que considero una de las joyas que, por lo menos, hay que visitar una vez en la vida.
Sed felices
Antonio
Excelente artículo. Le recomiendo hacerse con un volumen de Sangüesa Siempre IV donde un autor de la localidad explica la composición de la portada. Las enjutas las describe confeccionadas con esculturas pertenecientes a la mitología clásica griega. Le interesará.
ResponderEliminarSaludos.
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