Todos conocéis mis
paseos por el Real Jardín Botánico de Madrid. O solo o en buena y placentera
compañía, con la que gusta charlar, cambiar impresiones, hablar de nuestras
cosas y proyectos e incluso de deshonestas excursiones para darnos pequeños
homenajes gastronómicos.
Y en esos paseos, entre
charla y charla se van observando todo aquello que a tu alrededor fascina, las
flores, los arboles, un gorrión con mucha cara que viene a pedirte algo etc.
Normalmente los ojos se
fijan en las formas y los colores que presentan las distintas variedades de
flores. Esas llamativas y enormes flores de las peonias, o las mantas que
forman los rododendros que se ven a metros de distancia, o las pequeñas
campanillas queda la sanación que en cualquier momento van a comenzar a sonar;
y un largo etc. maravilloso con el que no os quiero cansar.
Si, flores a montones.
Se pueden hacer ciento de fotos de ese maravilloso mundo. Yo os he elegido once
flores y unas hojas.
¡Ah, unas hojas! ¿Por
qué? Sencillamente porque en ellas hay una belleza distinta y seductora.
En la foto veréis como
arropan a las flores ya marchitas de un Sorbus aria decaisneana, como si
quisieran proteger lo que quedan de
ellas de los impetuosos cambios de tiempo de estos últimos días.
Si, once flores y unas
hojas quizás al revés: Unas hojas y once flores.
Os dejo con ellas.
Espero que os gusten
Camelia japonica
Jara
Iris Belgian princess
En el corazón de una peonia sp
Rhododendron Virginia Richards
Manzano Golden delicious
Magnolia X Loebneri Merrill
Osmanthus X Burkwoodh
Peonia sp
Rododendron
Pruno mahaleb o Cerezo de Sta Lucia
Y para terminar y cumpliendo con el enunciado del titulo aquí están las hojas que esperabais.
Sorbus aria decaisneana
Sed felices, no quiero
otra cosa.
Antonio
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