miércoles, 26 de julio de 2017

Flores con poesía CCCII: canción

Nació el poeta de hoy en Zaragoza en el año de mil setecientos dos.
Educado en el seno de una familia con dineros fue a estudiar a Italia desde los trece años.
Ignacio de Luzán estudia Leyes en Italia, doctorándose en esta materia en la Universidad de Catania.


Se asentó en Nápoles donde monto su despacho y vivió en esta ciudad hasta que muerto su padre tuvo que regresar a España para hacerse cargo de los bienes familiares.
Años después estuvo destinado a la embajada española en Paris durante dos años, y allí conoció a distintos portas franceses con los que trabo amistad.
Debido a sus conocimientos de francés se dedicó a traducir dicha poesía a la lengua castellana.


Poética, su obra más conocida, es un tratado poético seguido por el movimiento neoclásico español. Para Luzán la poesía tenía que tener un fin divulgativo y docente. Arte por arte no valía, no podía expresarse solo sentimiento.
Murió en Madrid el año de 1754.
Os he dejado un poema, una canción a las estaciones del año y al paso del tiempo.

CANCIÓN

Ya vuelve el triste invierno,
desde el confín del Sármata aterido,
a turbar nuestros claros horizontes
con ceñudo aspecto y faz rugosa,
con que, a influjos de la osa,
manda intratable en los rifeos montes
y en la Zembla polar donde temido
señor de eterna nieve y hielo eterno,
con tirano gobierno
la entrada niega a todo trato humano;
el piloto holandés se atreve en vano,
ávido pescador del Ceto inmenso,
a surcar codicioso
el piélago glacial; el frío intenso
para su rumbo y deja riguroso
en remota región, lejos del  puerto,
la quilla inmoble, el navegante yerto.




La hermosa primavera
desterrará al invierno coronada
la bella frente de jazmín y rosa,
cual Iris que en las nubes aparece;
se alegra y reverdece
a su vista la tierra, y olorosa
recrea los sentidos, recobrada
la lozanía y juventud primera.
La fuentecilla de enemigo hielo,
ya entonces libre fertiliza el suelo,
y nuevas hierbas alimenta y cría;
robles hayas y pinos
vuelven a hacer la selva más umbría;
en tanto el aire mil suaves trinos
esparcen las canoras avecillas,
más agradables cuanto más sencillas.




Sucederá el estío,
y el can fogoso y el león rugiente
marchitará las verde pompa y flores;
y agotará a la fuente sus cristales;
así bienes y males
mezcla próvido el Cielo; moradores
hay en la zona fría, hay en la ardiente,
sufriendo extremos de calor y frío;
su vario señorío
ejerce en todo la inconstante suerte.
Nace sujeta a sucesiva muerte
cada estación; murió la antigua gloria
de Roma y de la Grecia,
cuyas soberbias ruinas y memoria
tanto la fama lisonjera aprecia;
que al impulso fatal de las edades
mueren también los reinos y ciudades.
--o0o--


Sed felices y buen verano a todos

Antonio

No hay comentarios:

Publicar un comentario