Nuestro poeta nace en la ciudad argentina
de Córdoba.
Estudia Waldo Orozco Magisterio y se
especializa en Educación Especial, dedicándose a aquellos alumnos que tienen
discapacidad intelectual.
Waldo lleva la literatura, la poesía, a
este alumnado, creando Talleres de Literatura y Espacios en la Educación y
Salud Mental, logrando asombrosos resultados.
Desde el año 2008, Waldo entiende que
debe crear algo donde colocar su prolífica capacidad de versificar y contar, creando
dos blogs: Anecdotario y Este perro que ladra.
La poesía de Waldo Orozco es espontanea,
no por ello vacía, si no todo lo contrario. En su poesía hay amor, justicia,
anhelos y desesperación, como muestra la poesía que os coloco a continuación.
Deciros que Waldo tiene una maravillosa
pagina, un maravilloso blog titulado ESTE PERRO QUE LADRA y que su dirección de red es
cosasdeunperro.blogspot.com.ar
Waldo Orozco es un escritor autodidacta.
A mi personalmente me apasiona leer cada poema que coloca en las redes.
Espero que os guste el poema elegido.
Ahogar a la bestia
Ahogar a la bestia en alcohol,
en el vapor etílico de un bar,
o en las veredas sucias del mercado,
vaciando botellitas verdes
del cristal sagrado...
en el vapor etílico de un bar,
o en las veredas sucias del mercado,
vaciando botellitas verdes
del cristal sagrado...
Ahogarla con las manos,
manos llenas de astillas
de aquellos viejos pecados,
rumbo a la noche preludio frío
pidiendo alguna moneda
que lo regrese al paraíso
por las escaleras de la capilla...
manos llenas de astillas
de aquellos viejos pecados,
rumbo a la noche preludio frío
pidiendo alguna moneda
que lo regrese al paraíso
por las escaleras de la capilla...
Dejarla morir, tirar de a una por el
balcón,
cada una de las penas
que me han dejado llorando,
como deshojando margaritas negras,
con los pétalos con sus nombres marcados...
cada una de las penas
que me han dejado llorando,
como deshojando margaritas negras,
con los pétalos con sus nombres marcados...
Ahogar la bestia y no en vano,
cortándole con el filo de un vidrio las venas,
llenas de tinto rojo barato,
le entrego una trampa en mi alma
un cóctel de filosas soledades.
cortándole con el filo de un vidrio las venas,
llenas de tinto rojo barato,
le entrego una trampa en mi alma
un cóctel de filosas soledades.
Sangrando... la desangro..
Sed
felices, lo demás no importa
Antonio
La verdad Antonio me sorprendes muy gratamente, tus palabras y tus imágenes me llenan y provocan tremenda satisfacción! Te lo agradezco inmensamente,mi admiración a tu trabajo!
ResponderEliminarBellas imágenes para acompañar las palabras que merece la persona y obra de Waldo Orozco.
ResponderEliminarMil gracias por lo que me toca! Abrazo!
EliminarAbrazo y comparto tu opinión, Banus.
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