lunes, 9 de abril de 2018

Un claustro: San Pedro de Galligans. Gerona


Estamos en Gerona. Bajo la mole de la catedral, que se eleva en lo alto de la ciudad, y muy cerca del barrio judío y de los baños árabes, se encuentra una de las más bellas representaciones del románico lombardo catalán  del siglo XII: San Pere de Galligans.


San Pere de Galligans es un monasterio benedictino que está ligado de alguna forma a los Condes de Barcelona, Gerona y de Urgel y su historia de su máximo esplendor se sitúa entre los años 992 y  1250 aproximadamente.
El auge del monasterio de San Pere de Galligans surge después del testamento del conde Ermengol VI de Urgel y de las donaciones que los condes de Barcelona y Gerona, Ramón Berenguer III y Ramón Berenguer el Grande.

Fachada oeste con la portada y encima el gran rosetón que ilumina la nave central 

Situacion del monasterio en el casco urbano de Gerona (cartografía de Google)

La actual iglesia, de planta basilical, data de 1113. Existen muchas dudas sobre la posibilidad que esta se edificara en parte sobre los cimientos de la antigua iglesia, cosa bastante normal en la época por motivos económicos, como atestiguan ciertos descubrimientos arqueológicos. Así mismo la portada de la fachada oeste no se corresponde con el románico general del edificio y parece anterior a él.
Entrar en su interior es una sensación maravillosa. Eso sí, hay que aclimatar la mente a la idea de que uno se va a encontrar con un museo arqueológico en su interior.

La colocación de paneles explicativos del Museo Arqueológico de Cataluña impide la visión longitudinal del templo.

De tres naves, la nave central es  más alta que las laterales y todas están cubiertas con bóveda de cañón. El transepto  en su lado norte tiene un ábside y sobre la zona se eleva el precioso campanario octogonal. En la nave del evangelio y en la central se rematan un ábside en cada una, mientras que en la nave de la epístola lo hace con dos.

Plano en planta de la iglesia con el claustro a la derecha (tomado de Wikipendia)

Una vez terminada la iglesia, había que darles un lugar donde meditar, pasear y reunirse protegidos de las inclemencias del tiempo. Era fundamental un lugar recogido, abierto y con luz, pero a la vez cerrado, íntimo y pensado para la oración: el claustro.

Se aprecia en esta foto los arquillos ciegos y la pilastra central sobre 5 columnas.

Se sabe que el claustro es posterior a la iglesia y se piensa que es de finales del siglo XII pero anterior al maravilloso claustro románico de la catedral de Gerona. Es un claustro de dimensiones reducidas pensado para una comunidad no mayor de veinte religiosos.

La Anunciación por parte del arcángel que está a la izquierda y la Virgen a la derecha.

La Epifanía. La Virgen a la derecha del capitel. De los tres Reyes Magos, solo Gaspar está entero.

Un obispo. Unos dicen que oficiando; otros que lleva en sus manos un relicario.

Choca la magnificencia de sus capiteles y su maravillosa elaboración, señal de que las donaciones de los condes, y otros personajes de la época, eran esplendidas y se podía pagar bien a manos especializadas que los tallasen.
Pegado a la iglesia, en su cara sur, no es cuadrado, sino rectángular con unas dimensiones de aproximadamente unos 20m x 16m con una disposición curiosa de vanos como podéis apreciar en el plano adjunto sacado de la página de Wikipendia.

Fotografia del claustro desde la panda norte del claustro.

El cerramiento del claustro está realizado con cuatro grande pilastrones en cada esquina y una serie de columnas, con sus respectivos capiteles, que reciben los arcos de medio punto que les transmiten las cargas de lo que antes era su cubierta.

Son numerosos los capiteles con animales. Este con leones,

Pareja de águilas.

Leones de nuevo, aunque sus cabezas están un poco dañadas. Se observa bien uno a la derecha.

En cada uno de los pilastrones de esquina hay dos capiteles con sus respectivas columnas en la dirección de los otros pilastrones.
Los lados largos del claustro disponen de seis vanos y los cortos de cuatro vanos y en el centro de todos ellos existe una especie de templete formado por cinco columnas, como podéis observar en varias de las fotos, que reciben la carga de otros tantos pilastrones.

El claustro desde la galería este mirando a la sur.

Pareja de grifos. Uno de ellos agarra con su zarpa a la expresión de la palabra.

Una de las sirenas de San Pere de Galligans.

El capitel de las sirenas. 

Un capitel con arpías bastante deterioradas. 

Las fachadas exteriores se rematan a base de unos arquillos ciegos al estilo lombardo. Más arriba de ellos se levanta la segunda planta ya cerrada que se construyó bastante tiempo después.
Los temas de los capiteles son muy variados; abarcan temas tan distantes unos de otros como la infancia de Jesús de Nazaret,  animales del bestiario o reales, representación de ciertos pecados, temas vegetales y otros que pueden abrir la imaginación de aquel que los contempla.
El claustro es recogido, pequeño y le trasmite al que entra en el una sensación maravillosa de paz.  Además, no sé si porque la iglesia es un museo, el Museo Arqueológico de Cataluña, prácticamente no había nadie mientras estuve dentro.
Estuve poco tiempo en él porque ese mismo día había que visitar los Baños árabes, la catedral de Gerona, la ciudad, la bajada del seminario, las arcadas de la Rambla etc., pero estoy dispuesto a volver y estarme en su interior si hace falta un día entero observando y sobre todo sintiendo con absoluta tranquilidad todas aquellas sensaciones que transmite.

Capitel que posiblemente represente el Templo divino, la morada de Dios.

Par de capiteles vegetales. A la izquierda acanto y a la derecha piñas.

No se tiene fecha exacta de cuando se construyó, pero si se sabe que es anterior al claustro románico de la catedral de Gerona.

No he podido dejar de mostraros la maravillosa torre campanario octogonal.

Desde luego hay que agradecerle al paso del tiempo que nos haya conservado esta joya para que podamos ahora disfrutar de ella.

Sed felices, ya sabéis que lo demás no es demasiado importante.
Antonio 

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