Desde la ventana de un
apartamento me llegan las notas del concierto para piano de Chopin.
Notas y flores son un
conjunto perfecto. Armonizan el piano y la orquesta con cada una de ellas y en
su conjunto.
¿Qué discurrirá allí dentro?
Quizás alguien este leyendo tranquilamente una novela, o ¿Por qué no escribiéndola?
Quizás no sean letras de largos y tediosos capítulos; puede ser una poesía inspirada en alguien: con esta música solo
puede ser romántica.
¿Sera hombre o mujer?
Lo que está claro es que está viviendo un momento de belleza, de plenitud
escuchando estos maravillosos acordes.
Curiosamente todas las
flores miran hacia donde provienen las notas.
Algo bello tiene que
estar sucediendo ahí dentro… Vete a saber
Avanzo hacia la
ventana.
Me siento en un banco y
me dejo transportar en un sueño musical.
Las flores me
acompañan. En mi está sucediendo algo bueno; me siento en paz.
Miro las flores que me
rodean. Ahora son ellas las que me observan.
¿Será que mi cuerpo
vibra con las notas románticas de Chopin?
¿O a caso estoy
trasmitiendo los sentimientos que me inspira cada nota?
La tarde va cayendo
poco a poco y la música se acaba de repente.
El concierto ha acabado.
Pero hay en el jardín un
ambiente distendido, solo roto ahora por el canto de un mirlo que protesta
porque no hay ya sones que embellezcan la tarde.
No me levanto del
banco.
Surge la noche; me
quedo allí eternamente mirando las estrellas.
Qué muerte más
tranquila he tenido
--o0o--
Sed felices
Antonio
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