Esta entrada se debe a una foto que puse el otro día y que
alguien me pedía que la explicase y aquí está esa explicación.
Antes de meternos de lleno con la portada de la basílica una breve historia de la misma.
La basílica ocupa el lugar en el que según la tradición murieron
los hermanos Vicente, Sabina y Cristeta durante la dominación romana en epoca de Diocleciano.
En 1175, ya terminado el templo, volvieron las reliquias desde Burgos a Ávila.
En el S.XII se comenzó su construcción y se terminó bien estrado el S.XIV totalmente.
Ha sido ampliada y reformada en varias ocasiones, pero gracias a Dios sin demasiados daños, conservando íntegramente su construcción.
Si deciros, y lo veréis en las fotos, que toda la portada deja
mucho que desear y que se debería establecer una reforma en condiciones para
dejarla lo más perfecta posible, ya que la capa exterior de la piedra está
sufriendo el paso del tiempo.
Dicho esto, si os parece entramos de lleno en la portada.
Estamos ante una de las portadas más maravillosa del románico
español y seguramente la mejor, con permiso del resto, de las de Castilla y
León.
Realizada por el maestro francés Fruchel de origen borgoñés, autor de otras obras en Ávila.
Como veréis en la segunda foto he dividido la portada en 5
partes, perfectamente definidas y que
será el proceso a seguir en esta entrada.
Deciros que toda la portada está dedicada a la resurrección de los muertos o si queréis al Juicio Final, aunque yo personalmente prefiero la primera, ya que no se ven ni infierno, ni balanzas...
Fijaros en el eje de referencia que pasa por el centro del
parteluz y de entrada tendremos una simetría casi total, casi perfecta, podríamos
doblar la portada para que se plegara como si fuera un libro al cerrarse.
De por si una joya increíble realizada en un momento que el
gótico estaba amaneciendo y el románico empezaba a cambiar, estilizando y dando
mayor realismo a las figuras, tanto en la pintura como en la escultura, por no
hablar de su arquitectura que apuntaba ya hacia lo alto y lo profundo.
Una vez dicho esto enfoquemos primeramente nuestra vista en
la portada y recorrámosla con tranquilidad, observando su superficie como si
debiéramos encontrar en ella los secretos que el maestro que la realizo los
hubiese escondido en ella.
Empecemos por la columna central que hace de parteluz.
Como todo el conjunto el parteluz nace sobre una semi columna
torneada y rematada con un capitel con
motivos floreados sobre la que descansa la figura central tanto de la
portada como del cristianismo: es un Cristo en Majestad o según otros un Cristo
resucitado.
Esta escultura, muy deteriorada, es de una gran belleza y
trata la figura del resucitado maravillosamente, lástima que le falte la mano
derecha y lo que debía sostener la izquierda que nos determinaría exactamente
el tipo de Señor al que referirse. Los ropajes están perfectamente realizados e
incluso el escultor deja relucir la curvatura de la barriga. Pero el Cristo no
muestra sus heridas, es un Cristo totalmente puro.
El parteluz divide hace de nexo de unión entre el lado
derecho e izquierdo y queda ello refutado por los dos pequeños arquillos sobre
el tímpano que unen más ambos lados. De ellos hablaremos más adelante.
Fijémonos ahora en las figuras a derecha e izquierda de
Cristo en Majestad.
Son diez, con lo que de alguna forma podría echarnos hacia
atrás la idea de que representase a los apóstoles, pero es cierto que cuando
Cristo se aparece a ellos faltaban dos, por lo tanto es lógica esa
representación. Además se reconocen a San Pedro y San Pablo que son los más
cercanos al parteluz, uno a cada lado, y se sabe que el tercero de la derecha
es San Andrés.
Ahora descubrir un detalle más de estas estas estatuas: no
están colocadas mirando al Resucitado, no da la sensación que hablan o dialogan
entre ellos como si estuviesen asombrados por lo que acaban de presenciar, hay
conversaciones de a dos, pues San Pedro y San Pablo se miran también de frente.
¿Por qué esa columna sobre la que descansan el Salvador y los
apóstoles? Sencillamente estamos ante la entrada a un templo de una magnitud y
alturas increíbles y por lo tanto había que realzar la portada y una forma de
hacerlo y elevar los personajes es la que vemos. Hubiesen podido realizar la
portada solamente con la parte superior, pero entonces desentonaría con el
resto de la basílica.
Antes de seguir subiendo hacia el tímpano quiero que os
fijéis en los dos capiteles que se encuentran a la derecha e izquierda bajo el tímpano,
en los que se representan dos leones. El de la derecha, según vemos la foto, es
un león rugiente que mira amenazadoramente al personal que entra en la iglesia.
El de la izquierda está devorando a un humano. Representación del castigo de
aquel que se deje llevar por el pecado.
Ya hemos visto parte de la portada antes de entrar en las
arquivoltas vamos a detenernos un el tímpano y observar en él dos
características fundamentalmente. Por un lado la riqueza de todo aquello que le
rodea y por otro ese vacío que existe por encima de los arquillos. Algo falta
en ese hueco para completar esta obra magistral. Ahí falta algo, y ese algo es
una pintura existente hace tiempo que se destruyó pensando que debajo de ella podrían existir relieves que
completasen el tímpano. La foto la podéis encontrar en una entrada sobre esta
portada en el maravilloso blog de Sira Gadea, Viajarconelarte.blogspot.com.
Entremos de lleno en esos dos arcos más pequeños que
partiendo del parteluz juntan ambas caras de la portada. ¿Sabéis que
representan? Si cogéis una biblia con los evangelios y os vais a Lucas capítulo
16 de los versículos 19 al 31 podréis leer la parábola del Rico Epulón y el
Pobre Lázaro.
Os resumo ambos relieves de la forma más rápida posible.
El de la izquierda representa el banquete de Epulón y a
Lázaro fuera lleno de llagas que le lamian los perros, esperando poder entrar a
comerse las migajas que caían de la mesa del rico hombre.
Fijaros en la riqueza de este relieve. El rico Epulón está sentado
a la mesa; a ambos lados los criados sirviéndole. Sobre la mesa la
representación imaginaria de la vivienda de Epulón. Un criado le cierra la
puerta a Lázaro que está esperando a entrar y los perros le lamen las llagas de las piernas a este último.
El de la derecha representa la subida al cielo de Lázaro y la
bajada al infierno de Epulón. La riqueza sin caridad se castiga con el
infierno. Pero si queréis saber más, cogeros a Lucas en el capítulo y
versículos que os he indicado.
Y descendiendo de nuevo al capitel sobre el Maiestas Dómini fijaros que a ambos lados aparecen dos cabezas de toro y ¿Qué pueden representar? Quizá sea la indicación que lo descrito encima de ellas es de San Lucas y se indica por cualquiera de los dos lados por donde entras al interior del templo. Esto es una suposición mía, pero no sé qué más indicaros al respecto.
Dicho esto, si os parece entremos en el estadio 5 que es el
de las arquivoltas que enmarcan el tímpano y, aunque decoradas, tiene la misión
de descargar sobre columnas y capiteles
el peso de las fábricas que están por encima de ellas. Luego hay que verlas
desde dos tipos de vista, aquí y en cualquier sitio, como estructura y como
arte.
Aunque en este trabajo no he fotografiado en detalle los
capiteles sobre los que descargan las arquivoltas fijaros que aparte de los dos
ya mencionados, están realizados con temas vegetales, excepto el último capitel
de la izquierda que son ratas.
La arquivolta más interior está llena de animales del
bestiario como sirenas, arpías, grifos, etc. todo ellos envueltos en vegetación
y rematando la arquivolta con una cabeza
monstruosa en la clave.
En la segunda arquivolta las plantas giran como hélices
alrededor de unas rosetas centrales, dando una gran sensación de estar rotando, de tener movimiento propio.
La siguiente, muy deteriorada, son plantas que en algunos
lugares parece que presentan frutos como racimos. No extraña que esté tan
deteriorada debido al trabajo de calado realizado en ella.
La cuarta arquivolta se realiza con plantas de hoja muy
ancha, quizá fuesen acantos, que al doblarlas asemejan conchas y esta rematada
con una cinta corrida en forma de “U” que en su interior parece tener como
hojas de trébol.
Llegamos a la quinta, la más ancha y grande de todas, que está
formada inicialmente en su parte más inferior por otro cordón en U relleno de
tres esferas en cada dovela; le sigue un gran baquetón que en su parte superior
contiene un arquillo en cada dovela y en su interior dos pelotas sujetas por una
regleta que impide que caigan
Todo este conjunto de dovelas se remata por un guardapolvo
maravilloso de formas vegetales entrelazadas.
Por último, para rematar la portada interior tenemos un tejaroz o cornisa repleto de hombres y mujeres semidesnudos que parecen salir de las tumbas. Para mi representan la resurrección de los muertos que acompañan a Cristo en la resurrección.
Fijaros que todos llevan trapos que les cubren en parte y que salen de esos arquillos mirando en todas direcciones asombrados. Los arquillos en sus laterales tienen representación de edificaciones que no son otra cosa que las propias tumbas, como vivienda temporal hasta la resurrección.
Antes de terminar quiero indicaros una cosa a los que os
iniciáis en el románico:
Aunque estemos en un año nefasto, románico se puede seguir
estudiando y comprendiendo a través de la red, y por mucho que se sepa, siempre
se sigue aprendiendo.
Es difícil interpretar muchas veces lo que nos quiere decir o
indicar un tipo determinado de arquitectura, pintura o escultura. Pero también
es interesantísimo haber estudiado el Viejo y el Nuevo Testamento para
comprender o intentar interpretar muchas cosas. Buscad en Internet y
encontrareis soluciones a todo, como yo lo hago cada vez que tengo dudas.
Y sobre todo sentir al visitar cualquier monumento el
recogimiento que ofrecen los templos románicos.
Por muchas veces que se visiten, siempre habrá algo que en la
vez anterior os pasó desapercibido.
Espero no haberos aburrido mucho con esta explicación y si
haberos ayudado un poco en vuestras dudas
Sed felices y cuidaros
Antonio
Se ha consultado en Internet las siguientes páginas:
Viajarconelarte.blogspot.com de Sira Gadea.
Románico Aragonés de Antonio García Omedes
Arte Viajero.com y
Astur Natura.com
Muy interesante. Gracias.
ResponderEliminarMuchas gracias, Pedro. Buen día
EliminarGenial explicación. Se puede decir tanto de nuestra basílica, pero lo mejor es venir a verla en directo.
ResponderEliminarGracias. Ir a San Vicente, siempre es genial
EliminarGracias. Un lujo tu explicación.
ResponderEliminarMuchas gracias
EliminarAntonio, me ha parecido muy interesante la forma de explicarnos esta obra de arte. Gracias
ResponderEliminarGran articulo y tanto genial como didáctica la explicación y argumentación. Me está resultando muy útil para informar para un trabajo. Gracias.
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