miércoles, 5 de septiembre de 2012

ESTATUAS Y FUENTES DEL PARQUE DEL BUEN RETIRO DE MADRID I.-

ACOMPAÑADO POR FUENTES Y ESTATUAS EN EL PARQUE DEL BUEN RETIRO DE MADRID

El parque del Buen Retiro de Madrid es una gran zona arbolada, llena de arboles de muchas distintas especies, zonas florales y zonas de paseo donde poder solazarse. 



Pero el Retiro, como comúnmente se le denomina en Madrid, es mucho mas que un parque, es un museo al aire libre donde escultores de la talla de Benlliure realizan sus obras bien por encargo de una monarquía, bien por suscripciones populares o bien por encargos salidos de muchos países sudamericanos.

 Pero no solamente hay estatuas, también las fuentes encierran unas esculturas maravillosas e incluso los jarrones existentes en el parterre son de una extraordinaria esquisitez.

Empecemos con nuestra vuelta con un monumento en un rincón tranquilo del parque en la avenida de Colombia, realizado por Lorenzo Coullaut y terminado por su hijo al morir este.

Compuesto a base de una porticada a modo de terraza hay en el una figura femenina y al exterior, como cortejando un caballero. Es un lugar muy poco frecuentado, quizás por encontrarse en una hondonada.
 

 
 
El monumento, como muchos del parque se compone de piedra y metal. Esta combinación la veremos muy repetida en fuentes y esculturas.
En el otro extremo del parque, donde el Paseo de Coches se convierte en rotonda, esta la única estatua (según creo) del mundo dedicada al demonio, el Ángel Caído. Esta escultura del demonio es obra de Ricardo Bellver, y como se ve en la fotografía, lo muestra alado, con el puño izquierdo sobre su
 
 
 
 
frente y cara de total angustia apoyado en una peana de piedra.
Bajo el, unos demonios vomitan a gua en la fuente como si fueran
 


escupitinajos de fuego que quieren quemar todo lo que les rodea. Y entre sus poderosas garras sujetan a extraños reptiles que parecen salir de las profundidades.

 
 
Una representación del infierno en un parque maravilloso de Madrid. Esperemos que los demonios se queden en la capital solo en eso, en estatuas de bronce.

Cerca de aquí, en el mismo paseo, se encuentra el monumento a Campoamor.
 
 
 
 
también obra de Lorenzo Coullaut, preciosa en mármol blanco y acompañada de dos pequeñas esculturas en bronce, creo que son copias pues las originales las robaron, que representan escenas de obras de Campoamor.

 
"Escríbame una carta señor cura...." parte de su obra mas conocida Quien supiera escribir.
Al lado opuesto otra preciosa figura recuerda la titulada el Gaitero de Guijón, obra que describe a un pobre 
 


gaitero que tiene que tocar en una romería mientras entierran a su madre.

Cerca del estanque y del monumento a los hermanos Alvarez Quintero existe una diosa situada en medio de un parterre con un pequeño estanque a sus pies y una gran frondosidad a su alrededor. Creo que es una preciosa imagen de Diana, jovial y alegre; mujer a fin de cuentas.
 
 
 
 
Diana la cazadora griega, hija de Zeus y de Leto y hermana gemela de Apolo.
Esta estatua, de la que no se conoce nada, fue encontrada en los años sesenta del siglo pasado rodeada de maleza y al limpiar apareció ella. Quizás estaba escondida de Hera, la mujer de Zeus, que seguía buscándola
Cerca de la antigua casa de fieras hay tres estatuas, pequeñas, que pasan bastante desapercibidas y que son muy interesantes.

La primera es un libro de bronce, sobre un monolítico pedestal de granito
 
 
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ue no es otra cosa que un homenaje a los libreros que montan la Feria del Libro todos los años en el paseo de Coches.

Las otras estatuas son mitológicas y la primera representa a Hércules luchando con el león de Nemea

 
que no era otra cosa sino un monstruo que vivía en Nemea y fue el primero de los trabajos que tuvo que realizar Hércules y que consistía en matarlo y despellejarlo.

La otra representa a Hera

 
 
la mujer legitima de Zeus, diosa protectora de la mujer y del matrimonio; diosa muy celosa y vengativa con las amantes de Zeus.
Aquí lo dejamos por hoy. Mañana si el tiempo no lo impide seguiremos paseando a la sombra de unos frondosos arboles e iremos descubriendo una a una las estatuas que nos quedan del Retiro de Madrid.
Sed felices.
Antonio

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