Hace cuatro días, paseando tranquilamente por el Real Jardín Botánico de Madrid, me di cuenta que primavera y otoño se daban la mano.
Hojas amarillentas, preciosas flores y frutos, compaginaban un conjunto maravilloso que abría a través de los ojos una visión que enriquecía el sentimiento.
Hojas caducas llovían al impulso de una brisa serrana que de vez en cuando se dejaba notar y los rayos de un sol, muy cerca ya de su recorrido más bajo del año, entraban en la mañana tendidos, cansinos y tapados muchas veces por las nubes y por las propias plantas del jardín.
Contemplaba y fotografiaba, y así he querido transmitiros mis sensaciones. Imágenes, impactos de color y de paisaje, todas las fotos dentro de un mismo tiempo, dentro de un conjunto de emociones entrelazadas.
No busquéis aquí explicaciones botánicas, no. Buscad sentimientos, colores y belleza.
Con ellas os dejo, un rato mas de mi vida en un rincón maravilloso de Madrid.
Buen día a todos. Sed felices.
Antonio
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