martes, 8 de noviembre de 2016

Flores con poesia CCLXXXV: Confesión.

Nos encontramos hoy ante un hombre de letras que toco casi todos los géneros literarios, desde la poesía a la crítica del arte y la música.
Nació en Madrid en mil novecientos once y es en esta ciudad donde Manuel Sánchez Camargo viviría toda su vida.

Rosa de nombre Sevillana

Aquí estudió Derecho y en Filosofía y Letras obtuvo el doctorado.
Terminados sus estudios toma dos caminos totalmente diferentes.
Por un lado se dedica al periodismo y a la crítica de arte y por otro lado se dedica a la enseñanza ganando la Cátedra de Literatura en el Instituto San Isidro de Madrid.
Como periodista trabajo en distintos diarios; como crítico de arte era requerido para su presencia en distintos certámenes.
Le fue concedido el Premio Nacional de Literatura en mil novecientos cuarenta y cinco, por un libro sobre el pintor Gutiérrez Solana.

Rosa Louis Bleriot

En la parte que a nosotros nos compete, la poesía, puede decirse que Manuel Sánchez Camargo es un poeta íntimo, postmodernista de la época de los "ismos", (periodo que abarca desde mil novecientos veinte a mil novecientos cincuenta y cuatro aproximadamente), que le da a sus estrofas  un lirismo increíble y un ritmo maravilloso.
Murió repentinamente en Madrid debido a una enfermedad cardiaca en mil novecientos sesenta y siete.
Os he escogido para hoy un poema titulado Confesión.

CONFESION

Yo quiero confesar al oído del aire,
móvil confesionario que vive entre los cielos,
un pecado pasado cometido en la arena,
a la sombra del árbol de mi vida presente.
Mis manos en cien ramas detuvieron al viento,
haciéndolo redondo, viva esfera imparable.

Rosa Breath of life


Al venerable aire humedoso de besos
lanzados desde todas las perdidas ventanas,
quiero confesar mi pecado pesado,
cometido en la extensa habitación del campo.
Tuvo la gran culpa la sorpresa del verde,
cansado de aguardar en el invierno.
Y tuvo la gran culpa el agua,
que en su espalda, en torrente discreto,
desnudó su desnudo. Y el sol,
que entre las hojas fingía en desmayarse en gritos amarillos.

Otra rosa Sevillana

Y su boca, la gran herida cuajada de gotas,
que pidió que besara el dolor de los fríos.
¡Como reía el aire sometido en las hojas
al ver roto mi cuerpo entre mil primaveras,
brotes de otras flores en su estatua olvidada!
Después pasaron los amigos del hombre
conducidos al retorno de los sitios discretos,
donde hay hogares ciertos en los tristes inviernos.
Ella quedó perdida. Yo marché con el viento.
--o0o--

Rosa de nombre ADAphyri 

Espero que os haya gustado. 
Sed felices.

Antonio 

1 comentario:

  1. Por si fuera interesante para usted, tengo publicado yofrenoelcambioclimatico.blogspot.com y plantararboles.blogspot.com

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