Mirando las fotos me he acostado tarde, muy tarde.
Mis fantasmas, esos fantasmas que me acompañan en las noches
de insomnio, de tribulaciones, angustias y soledad, han vuelto a aparecer en la
fuente.
Cada vez que paso delante de ella una fuerza extraña,
superior a mí, me obliga a fotografiarla, como si alguien desde dentro de cada
una de sus laminas de agua quisiera trasmitir algo, decir algo, expresar algo.
No se si son los fantasmas o soy yo mismo que quiero verme allí dentro.
Yo solo enfoco la cámara a las aguas y disparo.
Luego tranquilamente, ya en casa sentado ante el ordenador,
miro una a una intentando encontrar en cada foto al fantasma que ha querido
mostrarse.
Hoy creo haber captado unos cuantos surgiendo de las
tenebrosas aguas del más allá. Un pianista sentado ante su piano, una procesión
de plañideras, etc…
¿Estoy loco? Posiblemente, pero mi locura no está en
imaginar fantasma, sino en saberlos distinguir en cada imagen. Mi mayor locura
es trasmitiros su imagen, ya que no se las consecuencias que ello puede acarrear.
Debajo de cada foto os
he colocado un comentario para que veáis, sintáis comprendáis y os ayude a ver
lo que yo he visto y que espero que vosotros sintáis también.
¿Lo intentamos? Vamos con ellos
Centraros en esta primera foto. En el centro dos oscuros
ojos nos miran y a ambos lados de la imagen sendas profesiones de encapuchados.
A la derecha en tonos rosas, las chulapas de antaño. A la izquierda un
consejo. Si, fijaros, abrid vuestros
ojos y vuestro espíritu y lo veréis.
Detrás del consejo, a su izquierda y en el centro de la foto
una cara con una enorme nariz nos mira. ¿Algún elefante de algún circo que
murió en Madrid? Lo veis ¿No?
Cuatro imágenes seguida antes de que apareciese el guardián de los espíritus de la fuente. Los colores se fueron superponiendo en la cascada de agua hasta que apareció la pantera. Si, mirad a la izquierda de la siguiente foto y detrás de la cortina gris se ve aparecer su cara y un colmillo en la boca abierta y roja.
El fantasma que solo muestra su careta con la apertura de
los ojos y nariz, se va diluyendo. Parece que una corona se ciñe a su cabeza.
Me pregunto a que se debe su presencia, que querrán decirnos o indicarnos esas
mentes atormentadas de la fuente; su presencia ¿a que se debe? Pero no es solo
una imagen. Si os fijáis bien son dos caras pegadas a la izquierda de la columna.
Esta toma es una de las más interesantes. Un organista toca su instrumento en la oscuridad del interior de la fuente, el más allá, y las notas hacen vibrar el agua de la fuente en un mundo mucho más cercano como se ve en el recuadro central.
Un mar de roca interrumpe las visiones. A partir de esta
toma comienza otra forma distinta de presencia, de imagen captada por la cámara
y que yo lo único que hago es reproducir.
Da la sensación que son un conjunto de mujeres en procesión.
Quizás las plañideras de algún entierro y según pasan del limite y se
introducen en la mancha gris se van deshaciendo.
La plañideras van perdiendo su silueta en la siguiente
imagen
Unos ojos saltones emergen del agua y una boca debajo de
ellos pidiendo auxilio, ahogándose. Quiere salir y no puede, solo se muestra
por instantes tan ínfimos que el ojo es incapaz de verlo.
En esta toma hay mucho más de lo que parece. Ir recorriendo la fotografía a un tercio de su altura por arriba y veréis rostros, bocas abiertas que sollozan y gritan, ojos escondidos detrás de sabanas imaginarias de agua, incluso una cruz dibujada en una de las túnicas.
Dala sensación que una imagen sale de un infierno en llamas. Una sombra gris en el centro de la imagen parece querer escaparse del fuego y una barrera negra esta dispuesta a impedir que escape.
Fijaros en el lado derecho de la foto: ojos, boca y más
abajo lo que parece una mano que esta saliendo del agua. Y el coletazo del espíritu
que para mostrarse ha dejado un rastro a franjas a lo largo de la cortina de
agua.
Caras entre las grietas del agua. Ojos sueltos, angustia en las miradas. Los fantasmas de la fuente quieren abandonarla y juntarse a nosotros, nos suplican, pero no pueden,
Y esta es quizás la imagen mas clara de todas ellas. Ala
izquierda de la foto una silueta de mujer que ha perdido la cabeza. A su
derecha dos posibles calaveras parecen colgar de los cortinajes y antes de
llegar al recuadro claro, otra imagen difuminada y sobre aquel dos caballos que
podrían ser de Picasso observan la escena. Y todo parece suceder en un antro en
el interior de la fuente.
Estas fotos están todas ellas tomadas el día quince de marzo
de 2016 sobre las 16,30 de la tarde en una de las fuentes de la puerta del sol.
Lo único que he hecho ha sido darles algo más o menos de luz
y cortarlas, pero lo que veis es lo que ha captado la maquina.
Yo no he imaginado nada, solo he mirado y he trasmitido lo
que la maquina a querido enseñarme. ¡Perdón!, lo que los fantasmas de la fuente
han querido de nuevo enseñarme.
Sed felices.
Antonio
No hay comentarios:
Publicar un comentario