Estaba el otro día
revisando los archivos de flores y plantas, esencialmente son todo flores, para
organizar y hacer limpieza de fotos, cuando se me ocurrió darle a las
propiedades de la carpeta y me dijo que tenía 1466 carpetas de plantas
clasificadas con 28386 fotos. Decidí que era una pérdida de tiempo dedicarse a
ir foto a foto borrando y que según fuese encontrando fotos malas en mis búsquedas
diarias iría borrándolas.
Surgió entonces una
idea de elegir para cada letra del abecedario una flor al azar, y así lo hice
con cada una de ellas. Cerraba los ojos, pasaba por encima de las letras y
donde se paraba el puntero, elegía la especie elegida. Y luego hacia lo mismo
con las flores dentro de cada una de las carpetas.
Me he dado cuenta que
me faltan flores que empiecen por las letras Ñ, Q, U y X. Por lo tanto en próximas
visitas al Real Jardín Botánico de Madrid, o cualquier otro, me dedicare a
buscarlas.
Y como en ese momento el
día estaba gris, decidí que volvía a mis inicios y revelaba de nuevo en blanco
y negro, como cuando tenía mi laboratorio y me encerraba en aquel cuartito
oscuro, de casa de mis padres, pequeño, donde mi ampliadora hacia equilibrio con las cubetas por buscar un sitio estable.
Hoy en día es tan fácil
como darle a un botón y hacer que el color desaparezca de la pantalla. Aquello
que cantaba el boticario de que “las ciencias adelantan que es una barbaridad, una bestialidad…” si levantase ahora la cabeza se quedaría aterrado.
Como veréis en la
presentación hay una letra repetida, no sé como elegí dos veces la C, pero he
decidido mantenerlas pues el azar así lo quiso y no le voy a llevar la
contraria.
Debajo de cada foto
encontrareis el nombre de la planta nada más. Ya sabéis que una cosa es enseñar
con la vista y otra engañar sin tener conocimiento de lo que se quiere exponer,
y aunque a mí me encantan las flores, no tengo ni idea de botánica, cosa por
otro lado que me fastidia un poco. Me hubiese encantado tener una mente de esas
preclaras que son capaces de asimilar todo el entorno, pero no.
No me enrollo más.
Vamos con las flores en blanco y negro y dejémonos de cuentos.
Adelfa
Bulbinella agustifolia
Camelia X Williams II Citation.
Cistus X purpureus
Dianthus gratianopolitanus
Recuerdo mis primeros revelados en blanco y negro con unos quince años, descubriendo maravillado como en el papel, bajo aquella luz recubierta de papel de celofán rojo, iba apareciendo la foto. Siempre me gusto ver como poco a poco la imagen se iba perfilando.
Erodium pailarense
Fressia helvetia
Geranium endressii
Pasado un tiempo, me dio por hacer grandes ampliaciones. El problema era el espacio y no se me ocurrió otra cosa que decidir utilizar la bañera como cubeta.
Compraba unos rollos de papel que tenían como un metro veinte de ancho y quince metros o mas de largo.
La ampliadora, mi cuñado y yo, la colocábamos encima de una escalera y desde allí proyectábamos sobre el papel.
Que tiempos aquellos...
Hemerocallis blanco
Iris color me blue
Jasminum mensnyi
Luego, en la bañera llena de agua tibia y algo de revelador sumergíamos el monstruo. Poco a poco con un par de esponjas íbamos frotando el papel para acelerar el proceso, pues la concentración de revelador era pequeña.
Luego con la ducha lavábamos la copia y el fijador con otras esponjas lo aplicábamos a mano.
Pues una foto de Santa María de Taull de más de un metro de altura estuvo hasta hace poco colgada en casa de mi suegra.
Kerria japonica albescens
Lantana cámara
Muscari armeniacum
Narcisos actaea
Orquidea sp
Phalaenopsis chamade
Rábano gigante de Mallorca
Satureja cuneifolia sub intricata
Luego llegaron otros tiempos y otras necesidades y obligaciones y las foto fueron quedando apartadas en el cuartito de casa de mis padres.
Las copias de las fotos venían ya en color del laboratorio.
Pero hay una cosa cierta y que conservo: muchas de esas fotos están en los álbumes que ocupan varias de las estanterías de la librería de casa.
Aquello fue una experiencia que dejo huella en mi: ¿se nota?
Tanacetum corymbosum
Valeriana officinalis
Wisteria sinensis (Glicinio)
Yuca
Zantedeschia aethiopica
¿Me estaré haciendo viejo? Eso seguro, pero espero no olvidar aquellos maravillosos años. Aquella primera cámara de cajón de 6x6 que me regalaron en la primera comunión, y de la que conservo tres o cuatro fotos, me enseño el camino para fijarme en muchas cosas. Los caminos intentando buscar la belleza en un insecto, una flor, un niño, unos ojos, tus ojos...
Esperando que os hayan gustado estas fotos, os mando un saludo.
Sed felices.
Antonio
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