jueves, 7 de abril de 2016

Fui a buscar flores....y encontré lenguas.



Era un 20 de junio de 2013.
Me acerqué al Real Jardín Botánico, como muchos otros días, a buscar flores para fotografiar.
Y encontré flores: malvas, girasoles, margaritas… pero también encontré una maravillosa mariposa que poso para la cámara mientras libaba en la flor de un cebollino, junto con otros amigos. Y yo no me hice de rogar, naturalmente.
Esta entrada no es una entrada científica, no, es una exposición fotográfica de un rato disfrutando en el Botánico.
Las abejas cooperan también. Ellas van a lo suyo y mientras no las toques no les importa que te acerques. Saben quién va a cazarlas y quien está allí, como ellas, observando. Sus ojos amarillentos con ese pequeño ojo en su interior que te mira.
Y los abejorros, esos pesos pesados de los himenópteros, malos voladores que se desequilibran en las flores con una facilidad pasmosa.
Y por fin la mariposa, esa maravillosa Argynnis pandora, con su enorme lengua libando en la flor del cebollino.
Os dejo con las fotos, espero que os gusten.


La luz era maravillosa esa tarde. No hacia falta pensar. Con mirar, ver en el visor el encuadre mas o menos deseado, y disparar bastaba.
Como este grupo de "margaritas" hechas un burruño.


Los girasoles en el mes de junio presentas unas maravillosas estructuras para disfrutar con la vista.


Las malvas abiertas esperando la visita de los insectos que las polinicen. Ellas con sus tonos y su altura ofrecen una maravillosa vista en el paseo vespertino.

De repente entre una preciosa flor apareció la primera abeja. Allí estaban libando de flor en flor como si la vida fuese a acabarse mañana mismo. La verdad es que para una abeja que suele vivir unos cuarenta días como máximo un día es un mundo.


Y al llegar a la flor del cebollino deje de fotografiar flores para fotografiar abejas y mariposas.









También los abejorros hicieron acto de presencia con su abultado y gordo cuerpo a cebarse en la flor  del cebollino.
¿Os habéis preguntado a que sabrá la miel de las abejas que se alimenten de cebollinos?


Y después de las abejas y el abejorro llego la Argynnis pandora, maravillosa y paciente como si la flor y el parque entero fuesen suyos y los demás unos invitados para presenciar su banquete.





Y la mariposa se puso a libar tranquilamente delante mio. 
Sus enormes ojos no me quitaban la vista de encima, pero me dejo acercarme.
Había ido al Real Jardín a fotografiar flores y termine fotografiando una larguísima lengua.


Su larga trompa succionaba avida la flor del cebollino.






Nada mas por hoy. Estas fotos son de una misma tarde, de un mismo y fantástico rato.
Sed felices.
Antonio 

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