Sigo encerrado en casa
sin que la bronquitis termine de marcharse de mi cuerpo. Miro por la ventana y ansío
volver a pasear como hasta hace poco tiempo. Todo llegará. Mientras tanto me
dedico a revisar viejos archivos y encuentro este paseo.
Una mañana de mediados
del mes de marzo de 2014, decidí darme un paseo desde la Puerta del Sol hasta
Moncloa, por aquello que el peso y yo estamos reñidos. El peso conmigo porque no
engordo mas y yo con él porque tengo que llevarle a cuestas siempre.
La intención era
fotografiar uno de los aviones que forman la escuadrilla acrobática española,
un avión a reacción Casa, y al mismo tiempo ejercitar las piernas.
Fotografiado el avión
me interne en la parte más alta del Parque del Oeste madrileño, en un pequeño
recorrido de escasos doscientos metros, pues no había tiempo para mas.
Hoy, he encontrado de
nuevo aquellas fotos en mi repaso diario de los discos y he creído que era
bueno compartirlas con vosotros.
Una de las cosas que
tiene el Parque del Oeste es la capacidad de sentirte inmerso en un enorme espacio
en el que siempre tienes lugares para el recogimiento.
Nada más entrar me
encontré con un frutal exuberante de flor y bajo el la estatua de José Artigas,
el padre del Uruguay.
El parque linda con la
Ciudad Universitaria, pero eso no es óbice para que los grafitis ensucien todo aquello
que vertical se pone a su alcance
El Parque del Oeste de
Madrid creo que es uno de los grandes desconocidos de la capital, uno de sus
pulmones y un lugar maravilloso por donde pasear en distintos ambientes y
paisajes. También es un museo donde libertadores americanos y artistas
comparten espacios en las innumerables estatuas que lo jalonan.
El general San Martín,
el gran libertador sudamericano, encima de su caballo sobre dos patas señala
con su dedo índice el triunfo.
Esta primavera lo recorreré
entero y os lo mostraré. Os aconsejo ver las puestas de sol desde cualquiera de
sus puntos altos, visitar el templo de Debod o pasear tranquilamente por los románticos
paseos que corren junto al arroyo que baja desde Moncloa.
Por último, como un árbol
mas del parque, justo al otro lado de la entrada de la carretera de la Coruña
se eleva imponente lo que se llama El Faro de Madrid, impresionante torre metálica
en cuya parte más alta existe un restaurante giratorio.
Buena semana. Sed
felices.
Antonio
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