Según se entra en el
Real Jardín Botánico de Madrid, por la puerta frente a la estatua de Murillo, y
a la derecha pegando al Paseo del Prado, se encuentran una serie de camelias y rododendros,
preciosos, que muchas veces pasan desapercibidos por la atracción que ejercen
sobre el público las plantaciones de flores diversas en las cuadras vecinas.
Existen de diversos
tamaños, en el Real Jardín Botánico de Madrid se pueden apreciar, pudiendo
encontrarse los que se levantan pocos centímetros del suelos y aquellos otros
que son arbustos o incluso algunos con altura de árbol.
Entre los rododendros
existentes en el botánico madrileño, existe uno de mediana altura, unos 2,5 ms,
preciosos en la zona indicada: el Rhododendron X Clivianum.
Los rododendros son
originarios de las laderas del Tíbet, extendiéndose por varias zonas de Asia. Llegan
incluso a las zona tropicales. Existen variedades en América del Norte y
Europa.
Nuestro rhododendron se
distingue por los racimos de flores grandes con su típico dibujo rojo en uno de
sus pétalos.
Es una planta de unas flores
de una excepcional belleza y calidad.
Con él os dejo.
Sed felices
Antonio
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