Nace nuestro poeta en
Badajoz, en el año mil ochocientos setenta y nueve.
Extremeño de origen su
vida discurre por distintas poblaciones de España, hasta que sus padres mueren
en Barcelona.
Camelia japónica
Se traslada entonces Enrique
Diez-Canedo a Madrid, donde estudia Derecho.
Díaz-Canedo es un
personaje importantísimo en la poesía modernista y postmodernista.
Gracias a él salieron a
la luz trabajos de los que luego serian los grandes poetas del siglo XX como
Juan Ramón Jiménez, José Ortega y
Gasset, Adolfo Posada, León Felipe y Gerardo Diego entre otros muchos, a los
cuales les brido espacio para publicar sus poemas en las distintas revistas y periódicos
en los que colaboraba y en especial en la revista España y en el periódico El
Sol.
Crítico de arte, de literatura
y de teatro fue también poeta.
Se le describe como un
poeta para gente ilustrada, fino en matices y sutil en los conceptos; trasformando
pronto su modernismo, olvidando a Rubén Darío y dirigiéndose hacia nuevas
tendencias literarias postmodernistas.
Entre sus obras
destacar: Versos de las horas, La visita del sol, Imágenes etc.
Periodista, escritor, critico y miembro de la Real Academia Española en mil novecientos treinta y cinco.
Eremurus himalaicus
Marcho a México en mitad de la Guerra Civil y allí apoyo a los intelectuales españoles huidos después de la guerra.
Murió Enrique
Diez-Canedo en México en mil novecientos cuarenta y cuatro.
Os he dejado un poema
que a mí personalmente me parece sensacional en su descripción, en la argumentación
y en la facilidad de su lectura.
Ya me diréis si os
gusta
Balada
de los tres naipes.
Se
durmió como la marmota
entre
la colilla y el jarro;
ya
no tiene lumbre el cigarro,
ya
el jarro no tiene ni gota.
Y,
aun dormido, la palabrota
en
sus torpes labios se cuaja.
Sobre
la mesa, la baraja:
el
rey, el caballo y la sota.
Su
vida es adusta, de ilota;
su
alma, sin soplo, es todo barro;
es
inerte como el guijarro;
lo
disparan, hiere y rebota.
Al
trabajo el ocio derrota
dentro
de él; tan solo trabaja
si
los gruesos naipes baraja:
el
rey, el caballo y la sota.
No
despertéis al pobre idiota.
Vuestra
lástima es despilfarro.
Dejadle
dormir: el cotarro,
de
ese modo no se alborota.
Fandango,
petenera y jota
le
arrullen; si al sepulcro baja,
ponedle
dentro de la caja
el
rey, el caballo y la sota.
¡Viva
el puro, viva la bota!
¡Vivan
la moza y la navaja!
¡Cosedle
bien en la mortaja
el
rey, el caballo y la sota!
--o0o--
Curioso poema sobre un borracho jugador de tute o
brisca.
Sed felices
Antonio
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