Sevillano, nuestro
poeta de hoy nace en mil quinientos veinte.
Sabemos poco de su infancia y
juventud, pero si conocemos que era muy versado en Humanidades y por lo tanto debió
estudiar en alguna universidad.
Fue militar Gutierre
de Cetina y, como tal, acompañó a Carlos I por toda Europa; dejo pronto
el ejercito pues en mil quinientos cuarenta y cuatro estaba de nuevo en
Sevilla, dispuesto a acompañar al procurador de Nueva España, su tío, don
Gonzalo López.
Amigo de Diego Hurtado
de Mendoza, Jorge de Montemayor, el príncipe de Ascoli etc., la poesía de Gutierre
es fluida, realizada en métrica italiana, que era lo normal de la época, fue un
maestro en estrofas amorosas. Fantasioso, fluido, belleza en la expresión,
escribió todo tipo de poesías como letrillas, canciones y sonetos. Pero donde
realmente era el magnífico era en sus madrigales.
Enamorado ardientemente
de una dama de Puebla de los Ángeles en Méjico, fue asesinado, por otro
enamorado celoso, a los pies de las rejas de la casa de ella en el año de mil
quinientos cincuenta y siete.
En vez de un madrigal
os coloco soneto en el que llora sus penas amorosas.
SONETO
¿En
cuál región, en cuál parte del suelo,
en
cuál bosque, en cual monte, en cual poblado,
en
cuál lugar remoto y apartado
puede
ya mi dolor hallar consuelo?
Cuanto
se puede ver debajo el cielo,
todo
lo tengo visto y rodeado;
y
un medio que a mi mal había hallado,
hace
en parte mayor mi desconsuelo.
Para
curar el daño de la ausencia
pintos
cual siempre os vi, dura y proterva;
más
Amor os muestre de otra suerte.
No
queráis a mí mal más experiencia,
sino
que ya como herida cierva,
doquier
que voy, conmigo va mi muerte.
--o0o--
Espero que os haya gustado.
Sed felices
Antonio
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