Hay veces la sorpresa es de lo más agradable que lo que uno haya imaginado.
Volando en la laguna de la Veguilla
Sabía que íbamos a visitar unas lagunas, humedales salinos, en mitad de La Mancha, pero nunca imagine que el encuentro dejaría en mi una marca tan impactante, habrá que volver.
Mi amigo, Luis Fernández, organizó la excursión y tuvimos la inmensa suerte, los tres mosqueteros, de encontrar un fantástico guía con el que aprendimos, conocimos y disfrutamos: me refiero a Pablo Pichaco; biólogo y sobre todo amante de la naturaleza y en especial de sus lagunas.
Gracias Pablo por todo lo que nos enseñaste y por todo lo que aprendimos; sin tus explicaciones este escrito no sería posible.
Las lagunas de Alcázar de San Juan forman parte de los humedales de La Mancha y son debidos al levantamiento que sufrió la región en épocas remotas, dejando cegados cursos de ríos y provocando la formación de estas.
Parte del folleto de aves de las lagunas de Alcázar de San Juan
Las tres reciben los nombres de la Veguilla, laguna del Camino de Villafranca y laguna de las Yeguas, como podéis apreciar en el plano adjunto.
Flora, fauna, agua y tierra han elegido el mejor emplazamiento posible para la creación de este hábitat desconocido donde podemos encontrar desde el más pequeño de los protozoos en el agua hasta las enormes grullas que elevan sus vuelos acompañadas de una inmensa sinfonía de cantos de alegría como si siguiesen la batuta de un gran compositor.
Grullas despegando camino de sus comederos
La primera laguna, la de la Veguilla se surte de las aguas depuradas que produce la población, y su grado de salinización es mínimo.
La laguna de Camino de Villafranca es totalmente salina y recibe a través de un canal las aguas sobrantes de la primera. La tercera, la de las Yeguas totalmente salada.
Laguna de las Yeguas
Excepto la primera que tiene un aporte de agua constante, son lagunas estacionales. Se llenan durante los meses lluviosos y se secan con los crudos veranos manchegos.
Nido de Tarántula hispánica
Descubrimos en nuestro recorrido, gracias a Pablo, sorprendentes organismos vivos que no podíamos imaginar.
Plantas que viven de las sales, provenientes estas en general de los terrenos yesosos, como la Salicornia ramossima que es una planta halófila. Retiene la sal en su interior, euhalofila, y con ello consigue que el agua suba por capilaridad.
Salicornia ramossima
Hongos. Fijaros en las esporas del primero de la izquierda
Otra planta que vive en terrenos con sales provenientes del yeso y en los bordes de las lagunas es el conocido como Ramo de novia o acelga salada, que no es otra que el Limonium supinum que pertenece a un tipo de planta denominadas crinohalofilas. Estas plantas excretan la sal por canales específicos que existen en sus hojas.
Ramo de novia: Limonium supinum
Mariquita de siete puntos sobre la rama de un Taray, otro vegetal capaz de vivir de aguas saladas.
Andando por el borde de la laguna de las Yeguas pudimos ver huellas de zorros y de conejos como podéis apreciar en la foto.
Huella de zorro y de conejo.
Así mismo tuvimos la inmensa suerte de poder observar, para la época del año en que nos encontramos, dos especies distintas de escarabajos.
Uno el escarabajo tigre, Cicindela littoralis, algo parado a Dios gracias por la temperatura, que dejo fotografiarse perfectamente tirándome al suelo detrás de él. Una maravilla fantástica, el escarabajo más rápido, 10 km/h, que si lo proporcionásemos a nuestro tamaño andaría alrededor de los 400 km/h. Sería el animal más rápido del mundo.
El otro escarabajo es un Akis genei. Es una hembra ya que los ángulos traseros del pronoto son más suaves que los del macho.
Escarabajo hembra Akis genei
Mariposa vimos una en la lejanía; pero si encontramos unas orugas preciosas de Chondrostega vandalicia. Esta especie es un endemismo ibérico que presenta la particularidad que los machos de mariposa son negros y con alas y las hembras blancas y sin ellas.
Oruga de Chondrostega vandalicia
Luego las aves. Había aves por todo el humedal. En la laguna de las Yeguas que se estaba llenando corrían los Correlimos, un grupo de gaviotas estaban tranquilamente posadas en la del Camino de Villafranca.
Fochas desfilando en formación
La laguna de la Veguilla estaba llena a rebosar. Cigüeñuelas, anátidas de todos los tipos posibles, desde el pequeño zampullín a los grandes gansos.
Tres gansos en una isleta de plantas acuáticas. El 4º estaba detrás.
Como no, unos cuantos flamencos buceaba con su cabeza mientras el resto de su cuerpo permanecía en la superficie. Y los aguiluchos laguneros ponían el instante peligroso en sus pasadas junto a los bordes de los cañizales.
Cigüeñas descansando en la laguna de la Veguilla
Grupo de azulones levantando el vuelo asustados por una rapaz.
Pero aun así, los humedales de Alcázar de San Juan son un remanso de paz para disfrutar durante todo un santo día.
Creo, esta muy lejos, que es una cerceta común desplazándose pausadamente
Rincón de la laguna de la Veguilla.
Nada más por hoy. Quizás he sido demasiado extenso, pero esta es una salida que no se puede resumir más.
Sed felices
Antonio
Genial descripción, amigo Antonio. El lugar es tremendamente atractivo, pero lo es mas adjuntando tus comentarios con los que los describes. ¿Volveremos?. Un abrazo.
ResponderEliminarPues Antonio, efectivamente es un lugar estupendo. Todos los días se ve algo nuevo en los humedales manchegos. Espero que cuando volvais hagamos una ruta más alternativa y siempre acorde con las necesidades de Luis. Es cierto que los humedales manchegos son sorprendentes, pero no todo el mundo está capacitado para valorarlos a la primera ocasión que se visitan. Un fuerte abrazo Antonio.
ResponderEliminar