Durante unos años, muchos, tenia que subir diariamente a Brunete a seguir la obras que la empresa para la que yo trabajaba tenia en la zona. Después de comer, unas veces solo y otras muy bien acompañado, me iba a recorrer sus campos, que como en todas partes, presentan grades diferencias de la mañana a la tarde y de estación en estación.
Brunete, situada encima de una cornisa que separa dos vertientes de ríos, el Guadarrama por el este y el Alberche por el oeste, deja caer desde el llano hacia los ríos sus laderas. Laderas en las que puedes encontrar desde siembra a dehesas pasando por vides y otros cultivos.
Su tierra no es rica. Entre siembra y siembra hay que dejarla descansar un año para que no se agote. Ultimamente están vertiendo en sus campos los residuos solidos de las depuradoras, que por lo visto son un gran abono para la tierra, pero que cuando lo hacen, según de donde venga el viento, no hay quien aguante el olor.
Andar por sus caminos en cualquier época es precioso. En invierno los trigos verdes inundan los campos y al fondo la sierra del Guadarrama con sus nieves los enmarca. Los atardeceres, fantásticos atardeceres los de toda la Meseta, sobre todo con algo de nubes altas, como velos, maravillosos. El verano, duro por sus temperaturas, nos da la posibilidad de ver las "pacas" de la paja de los cereales contrastando con las oscuras siluetas de las encinas.
Y si vas con cuidado fijándote en lo que sucede a tu alrededor podrás oír el canto de la perdiz buscando compañera, o la pelea entre dos machos por una compañera, o el lastimero modo de pedir comida de un aguilucho recién salido del nido. Con un poco de suerte un zorro se dejara ver en la lejanía y los conejos correrán raudos a buscar sus madrigueras a tu paso.
Y aquí y allá, en primavera, las jaras y las retamas, blancas unas y amarillas las otras, llenaran el campo con sus colores maravillosos.
Os dejo con algunas de las cientos de fotos que a lo largo de diez años he podido hacer, normalmente entre las 13 y las 16 horas aprovechando las horas de comida.
Espero que os gusten
TIERRAS DE BRUNETE
Nada más, con este maravilloso atardecer otoñal os dejo. Muchos de estos se ven en esas tierras al acostarse el sol por alla en las sierras de Avila.
Hasta pronto. Sed felices.
Antonio
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