lunes, 8 de octubre de 2012

LUZ. Comienza el otoño brillante.

Las luces otoñales en los días claros son preciosas. El paisaje, a diferencia del crudo invierno, esta vestido de una multitud de trajes de los mas diversos colores y estilos. Compaginan colores brillantes, de plantas que quieren brillar antes de llegar a su desnudez completa, con colores ocres que indican el final de una etapa. Y en medio, los tonos verdes oscuros de aquellos arboles perennes que van afrontar los fríos y las lluvias sin despojarse absolutamente de nada.
Pero todo ello sin la luz no seria nada. La luz es en si cada uno de los colores, que tímidos se esconden tras el blanco. Pero la luz no es solo luz; la luz del día o de la noche en esencia iguales son totalmente distintas. La luz, es la esencia del color y de la vida y las plantas, los árboles se lo agradecen acogiéndola y disfrutándola con todas y cada una de sus propiedades.
No hay planta que importe más que otra. Todas son iguales, todas adquieren sus tonos de la luz. Y todas le brindan sus colores, unas veces en forma de flores y otras en forma de hoja o espiga.
La luz es una de las esencias necesarias para vivir. Es la esencia fundamental para que nuestros ojos, lo primero que distinguen es luz, sean capaces de captar toda la inmensa belleza que hay a nuestro alrededor y, como no, también la desolación y la tristeza.
La luz deL otoño, cuando un sol cansado de haber estado subiendo comienza su peregrinaje hacia el sur, es cálida. Sus sombras se alargan y cubriéndose con filtros naturales nos ofrecen maravillosas vistas que tenemos que saber apreciar en los rincones mas insignificantes de nuestra vida diaria.
Os dejo. Os dejo con distintas versiones de luz captadas entre la tarde del sábado y la mañana del domingo en las dos casas que las abuelas tienen en Guadarrama.
Luz serrana. Espero que os gusten.
















































No hace falta grandes espacios para fotografiar la luz. Es cierto que los paisajes otoñales con sus vestidos de colores son ideales para el ojo de la cámara y para el nuestro, pero los rincones de nuestros jardines o campos, pueden darnos motivos suficientes para sacar una foto. Y creo, con la modestia justa de fotógrafo aficionado, que intentar encontrar fotografías en pequeñas cosas a nuestro alrededor nos enseña  a ver luego los pequeños detalles de las grandes cosas a visitar. Fijaros en la luz que os rodea todos en todo momento. Los colores son parte de ella. Olerla, sentirla, dejar que aparte de acariciar vuestros ojos acaricie  los demás sentidos, padparla y disfrutarla en una planta o en los ojos de la persona que queráis. 
Seguimos con las fotos, ya no escribo más.



















































Hasta la próxima Antonio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario