PALACIO DE COMUNICACIONES
El edificio que actualmente es la sede del Ayuntamiento de
la capital de España, era hasta hace muy poco tiempo el Edificio de Correos,
denominado oficialmente Palacio de Comunicaciones, Correos y Telégrafos.
Este edificio de aspecto neo barroco, modernista, de influencia vienesa, fue diseñado por los arquitectos españoles Antonio Palacios y Joaquín Otamendi, ganadores de un concurso al que se presentaros tres proyectos y que la Real Academia de Bellas Artes aprobó por unanimidad.
Colocado en la esquina Este-Sur de la plaza de La Cibeles,
su estructura rectangular se acopla perfectamente a la plaza por el ángulo que
forman entre si los edificios que lo componen.
Destacan sus fachadas a la plaza, que con una altura máxima de setenta metros de su torreón central, que están llenas de alegorías a dioses de varias épocas, conquistadores españoles, representaciones de caballeros armados o titanes sosteniendo la esfera del mundo; también son impresionantes los pináculos que decoran sus torres que son una alegoría a los postes de telégrafos.
Se empezó a construir en año 1905 y se termino en marzo de
mil novecientos diecinueve, después de pasar por distintas fases debidas
normalmente a cambios político.
Fue inaugurado por D. Alfonso XIII, rey de España en aquellas fechas y bisabuelo de D. Felipe VI.
Patio acristalado que da las calles Alcalá y Montalbán y que a parte de zona de recepción el ayuntamiento alquila para grandes eventos.
El edificio si al exterior esta diseñado para que el publico contemple su fachada, en el interior ocurre lo mismo.
Se accede a él a través de una gran escalinata que da paso a
un hall de buenas proporciones en horizontal y de unas grandes proporciones en
altura. En el se ha respetado la distribución que existía en la época de
correos y las plantas superiores se han dedicado a salas de distintas
exposiciones.
La arquitectura interior, al igual que la fachada, esta llena de detalles espectaculares modernistas y barrocos, con grandes espacios.
Para adaptar el edificio a las nuevas necesidades ha habido que realizar una impresionante obra de ingeniería, ya que las alturas que tenían las plantas eran enormes y a la vez respetar sus fachada.
Las vistas del hall desde la planta superior son fantásticas
y no digamos las de Madrid desde el mirador de uno de los torreones a unos
cincuenta metros sobre el asfalto. Vale la pena subir a verlo.
Interesantes tomas, perspectivas y detalles. Y "Cibeles", distinta. Obligas a su visita, Antonio. Saludos. Luis
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