FLORECILLAS ENTRE CARDOS.- Otoño

El mes de octubre es un mes de contrastes. Comienzan las lluvias, el calor y el frío se turnan  y la naturaleza durante unos días parece haber perdido la cabeza.

Quedan ahí, silenciosos los restos de un verano que se ha acabado: los cardos.

Sus puntiagudas defensas a ras de suelo son de una efectividad que solo los insectos voladores son capaces de superar; cualquier mamífero o ave que intente penetrar en su mundo será vilmente pinchado sin compasión.

Por otro lado, las lluvias y las temperaturas suaves consiguen engañar a algunas plantas que presurosas vuelven a sacar sus florecillas en un intento de reproducirse y ganar terreno a su alrededor.

Las florecillas intentan ganar tiempo al tiempo. Son pertinaces y quieren dejar sus semillas antes de que lleguen los primeros hielos, para que en al primavera siguiente las nuevas matas florezcan donde ahora ellas van a morir. Dentro de poco cuando una noche de esas estrelladas, en la que las estrellas brillan casi como soles, se convine con los vientos del norte, tendera una manta blanca sobre estas tierras serranas y el frío gélido del invierno hará su aparición.
El paisaje cambiara, los vientos del norte y las lluvias harán desaparecer todo vestigio de cardos y de flores y solo una hierba baja y seca cubrirá los prados hasta la primavera y entonces todo volverá a explotar.

Os dejo con las fotos de cardos y flores; algunos las habréis visto en una presentación de Power Point que aquí es imposible ver.

FLORECILLAS ENTRE CARDOS

Espero que os haya gustado. La naturaleza es bella en todas sus prespectivas.
Buen día
Antonio