Como todos los años llega por fin el día en que cambia el ultimo dígito. Desde hace generaciones se viene representando estos días como un anciano que da paso a un bebe en pañales. Año tras año, es motivo este día para felicitar los trescientos sesenta y cinco que vienen a continuación.
Cuanto mas duro es el año que se acaba, mas felicidad se desea. Y este, con mucho, ha sido para muchísimos en todo el mundo y en nuestro país, un año durísimo. Y espero que, el bebe que nace dentro de unas horas venga con el pan debajo del brazo para todos esos muchisimos que lo están pasando mal.
Como siempre mi felicitación tiene que ir acompañada de algunas fotos.
Os he puesto una elegida al azar unas y elegidas otras, especialmente la de enero y diciembre y como no la del mes de mayo, con un maravilloso lugar llamado Loarre que descubrí ayudado por alguna que otra alma caritativa que me guió en esa excursión.
A todos, sin dejar a nadie fuera, quiero agradeceros vuestra paciencia con mis paginas puestas en el blog, a los comentarios bien recibidos que alguna noche se me escapan y a la paciencia que mas de uno tiene conmigo.
Este año a través de esta maravillosa pantalla, que desde cine a enciclopedia sabe de cualquier cosa, he aprendido ::), XXD etc. etc. de los que de vez en cuando me habéis explicado. Y he aprendido de románico, mucho; de amistad, de viajes, de arte, de España, de navegación, de humor... Y todo gracias a los que estáis ahí detrás ofreciéndonos tanto trabajo y tanta sapiencia.
Gracias a todos, a los que dais y a los que recibís con paciencia y a todos un DOS MIL TRECE maravilloso.
Os voy a colocar como ultima foto la mesa que ha preparado mi mujer para recibir el año que entra. Allí al fondo, junto a mis libros, estaré yo; las diecinueve personas restantes que se van a sentar en ella representan a cuatro generaciones, empezando como no por mi madre.
Cuando levantemos nuestras copas para brindar os prometo que brindare de corazon con todos vosotros.
Antonio
Antonio
MES A MES DE ENERO A ENERO