Nuestro
poeta nace en Oviedo en el año mil ochocientos
ochenta. Pasa su juventud en distintos
internados de los Jesuitas, donde se volverá anticlerical, y vuelve a Oviedo a
estudiar Derecho protegido por Leopoldo Alas Clarín. En esta época adopta una
pose liberal contraria a la alta sociedad de Oviedo. Es en este momento cuando
contacta con Rafael Altamira pensador adepto al Krausismo.
Se traslada
a Madrid y allí conoce a los escritores modernistas del momento, ¡Vaya
escritores!, como Benavente, Valle-Inclán, Juan Ramón Jiménez,
Villaespesa, Val, Martínez Sierra etc.
Fue amigo de
Azorín y en mil novecientos treinta y uno firma con Ortega y Gasset y Marañón
el manifiesto a favor de la Republica, que los denominara a los tres como padres
espirituales de la Patria.
Embajador en
Londres renuncia a su puesto por estar en contra de la forma de realizar las
cosas el gobierno del Frente Popular.
Se exilia en
Francia e Inglaterra, y posteriormente a Argentina regresando a España hacia
mil novecientos cincuenta y cuatro.
Poeta de una
vasta cultura, admirado por minorías selectas, de personalidad atrayente y
original.
Su obra
podemos dividirla en tres partes bien diferenciadas: narrativa, ensayo y
lirica.
Su obra novelística,
quizás la más numerosa, se compone de un
número considerable de novelas entre las que destaco: Tinieblas en las
cumbres, La pata de la raposa, Troteras y danceras, Bajo el signo de Artemisa,
Los trabajos de Urbano y Simona….
Ramón Pérez
de Ayala estuvo de corresponsal en la primera Gran Guerra para un periódico
argentino y fue crítico literario.
Como lirico
su obra esta condensada fundamentalmente en tres libros. El primero de ellos,
modernista pero con un verso musical, se titula La paz del Sendero. El segundo
se titula El sendero innumerable y el tercero El sendero andante con el que se
acerca a la generación del noventa y ocho, con una poesía triste. La poesía de Pérez
de Ayala, es original, dura de forma, filosófica buscando quizás la religión,
descriptiva como el que mas, y según algunos de sus críticos “su poesía nace
del corazón, pero pasa por su cabeza antes de ser enviada a las cuartillas…”
Murió en
Madrid en mil novecientos sesenta y dos.
Os copio
unos versos de su libro la Paz del Sendero
LA PAZ DEL SENDERO
Con
sayal de amarguras, de la vida romero,
topé tras luenga andanza con la paz de un sendero.
Fenecía del día el resplandor postrero.
En la cima de un álamo sollozaba un jilguero.
No hubo en lugar de tierra la paz que allí reinaba.
Parecía que Dios en el campo moraba,
y los sones del pájaro que en lo verde cantaba
morían en la esquila que a lo lejos temblaba.
La flor de madreselva, nacida entre bardales,
Vertía en el crepúsculo olores celestiales;
víanse blancos brotes de silvestres rosales
y en el cielo las copas de los álamos reales.
Y como de la esquila se iba mezclando el son
al canto del jilguero, mi pobre corazón
sintió como una lluvia buena, de la emoción.
Entonces, a mi vera, vi un hermoso garzón.
Este garzón venia conduciendo el ganado,
y este ganado era por seis vacas formado,
lucidas todas ellas, de pelo colorado,
y la repleta ubre de pezón sonrosado.
Dijo el garzón -¡Dios guarde al señor forastero!
-Yo nací en esta tierra: morir en ella quiero,
rapaz. -¡Que Dios le guarde! Perdiose en el sendero.
En la cima del álamo sollozaba el jilguero.
Sentí en la misma entraña algo que fenecía,
y queda y dulcemente otro algo que nacía.
En la paz del sendero se anego el alma mía,
y de emoción no osó llorar.
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