Nace nuestro poeta en mil
novecientos nueve en Cuenca, aunque el siempre decía que era de mil novecientos
diez.
Estudió el Bachillerato
en su ciudad natal y acabado este, Federico Muelas y Pérez de Santa Coloma,
se traslado a Madrid a estudiar Medicina, pero una enfermedad le mantuvo ciego
durante una temporada, de tal forma que su padre le leía las asignaturas a las
que debía presentarse.
Alcea rosea (Malva)
Federico Muelas,
siempre estuvo cerca de la Literatura.
Ya en mil novecientos
treinta y cinco había fundado en su ciudad natal una tertulia llamada El
bergantín de la vela roja y ya en Madrid, después de haber terminado las carreras de Farmacia y Derecho, en su farmacia de Chueca, fundo otra tertulia a la que asistieron entre otros Camilo José
Cela, Gerardo Diego, Eugenio Montes y muchos otros poetas y escritores de la época.
En Cuenca había montado
un teatro ambulante de marionetas con los que recorría los pueblos de su
provincia. Coincidió e hizo amistad con Federico García Lorca.
Federico Montes es un
poeta encasillado en la generación del 36, si bien el se consideraba mas de la generación
del 50, una generación de poetas que se apartaron de la poesía predilecta del “Sistema”
y estaba considerado un poeta disidente.
Pero su poesía es una poesía
fantástica que a veces puede considerarse de lo mas clásica y otras en cambio
es capaz de superar con creces los modernismos de la época con sus versos
libres. Su poesía puede considerarse populista, profunda e incluso llega,
muchas veces, a ser demasiado íntima.
Callistemon comboynensis
Comenzó a publicar poesía
en mil novecientos cincuenta y desde entonces el numero de volúmenes fue creciendo
y entre otros: Vuelo y firmeza, Rodando en tu silencio, Llanto en el umbral…
Fue asesor cultural de
Fraga Iribarne cuando este era ministro.
Murió en Madrid en mil
novecientos setenta y cuatro.
De sus poemas os he
elegido su prologo al poema titulado Espadaña.
ESPADAÑA
(Estrofas
del prologo)
Por
el camino, solo,
el
niño va cantando,
¿Qué
cantas?
Mi
pregunta
vaga
en sus ojos claros.
Iba
cogiendo flores,
campanillas,
cantuesos,
¿Para
quién?
Mi
pregunta
rodaba
en su silencio.
Dahlia Arabian night
Cogió
una piedra blanca,
muy
blanca, del camino…
Cuando
llego al arroyo
había
anochecido.
Tiró
la piedra. El agua
buscó
despavorida
en
veloz fuga de ondas
concéntricas
la orilla.
Caesalpinia dilliesi
Yo
miraba en silencio
el
susto del arroyo…
Un
lucero temblaba
solitario
en el fondo.
Me
acordé de la piedra
lanzada
por el niño.
Aquella
piedra blanca
cogida
en el camino…
Geranium wallichianum Rozanne
¿Quién
eres que apedreas
con
estrellas el agua?
Con
un silencio abstracto
el
niño me miraba.
--o0o--
Granado
Espero que os haya gustado
Sed felices
Antonio
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