No las conocía hasta que ayer tuve la suerte que una de ellas se cruzara en mi camino.
Esta mariposa, bellísima, es originaria de América y es famosas entre otras cosas por las largas migraciones que realizan desde los invernaderos de Centro América hasta el norte de Estados Unidos y Canadá.
Se han introducido en Europa y las que podemos ver por el Real Jardín Botánico de Madrid son aquellas que se sueltan en bodas y otros festejos. Creía que lo típico era soltar arroz, pero está visto que algunas cosas cambian.
La Monarca, cuyo verdadero nombre es Monarca pizza pizza y en latín Dandus plexippus, es una de las mayores mariposas conocidas. Su envergadura puede alcanzar los once centímetros de longitud y los machos son algo mayores que las hembras.
Ayer la descubrí libando el néctar en el jardín ingles sobre una Rudbeckia nítida Herbsonne, pero cuando intente acercarme un poco voló y se poso en una Hylotelephium telephium para terminar en unas preciosas dalias.
Lo cierto es que no debería estar allí. Su lugar de origen es América y allí debía volar haciendo miles de kilómetros en busca de su descendencia y regresar después de haber engendrado tres o cuatro generaciones en una de las más grandes migraciones dentro del reino animal y quizás la más grande dentro del mundo de los insectos.
Su vida, pude llegar a los nueve meses, es muchísimo más longeva que cualquier otro lepidóptero. En el huevo esta unos cuatro días; la oruga permanece en ese estado dos semanas y la crisálida diez días. El resto de su existencia, unas seis o siete semanas, se dedicará a volar y emigrar hacia el norte o hacia el sur. Lo que es seguro es que cuando llegue al lugar de hibernación habrán pasado por lo menos seis generaciones de mariposas desde el momento que comenzaron a emigrar hacia los pastos del verano.
Os dejo con ellas; con las fotos, bastante regulares por cierto, que me dejaron realizar en la distancia, al fin y al cabo había que mantener la distancia con la Monarca.
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