lunes, 29 de febrero de 2016

El beso de dos gotas de agua. Cuento y realidad

Estaba  cansado. Llevaba andando todo el día y mi cuerpo me pedía un descanso. El frío hacía mella en músculos y huesos.
Una pequeña fuente de la que sale un tenue chorro de agua me ofreció su peana de piedra para sentarme en ella.


No lo dudé. Un tibio sol parecía querer calentarme suavemente el cuerpo.
Cierro durante unos instantes los ojos e intento abstraerme de mis dolores, de mis pesares y de mis amores perdidos.
El ruido del aire en los arboles se hacía cada vez más tenue, me arrullaba y me  adormeció.
Del pequeño chorro de la fuente salían ruidos cada vez mas armoniosos como si allí se estuviese manteniendo una entrañable conversación.


Presté atención a aquel  murmullo , no sé si dormido o despierto, y poco a poco empece a escuchar cada vez con más fuerza una conversación que surgía del ruido del agua, como si quisiera alguien ocultar a mis oídos sus sentimientos, vivir íntimamente un momento muy especial.


Puse más atención, me concentré en el burbujeo del agua al caer sobre la piedra, después de haber recorrido un corto trecho desde su salida por la  boquilla de la fuente, y de repente escuche lo que a continuación os trascribo: 
De nuestro amor nacen los ríos y los mares.
De cada uno de nuestros hijos, esas gotas que salpican a miles el agua placida de la fuente, un caudal impetuoso bajará por las laderas y en los días cálidos volaran como hojas con el viento y ascenderán hasta manifestarse impetuosas y ruidosas en lo alto de los cielos.


Muchos de ellos, formaran lagos de aguas transparentes en lo alto de las montañas, que los humanos llaman ibones, y en sus transparencias los cielos, las montañas y las nieves se miraran en un orgulloso espejo cristalino.
Y los hijos, los miles de millones de hijos que nacen de nuestro encuentro, bañaran las costas de los continentes y serán capaces de horadar las tierras formando enormes olas ayudados por el sol, la luna y los vientos.


Si, de nuestro amor, puro y cristalino, vive el mundo, somos agua, pero agua viva que busca de una forma u otra encontrar un recorrido hasta llegar a su palacio oceánico.
Mira los pajarillos que vienen a beber de nosotros, a vivir de nosotros, y las plantas que ansiosas nos buscan en el frescor hundido de la tierra; y en los hombres que nos necesitan mas que nadie, pues no pueden subsistir sin nosotras, son débiles
Y todo porque supimos combinar de la tierra dos elementos maravillosos de los que estamos realizados. El oxigeno y el hidrogeno están en el comienzo de nuestro árbol genealógico, como los parientes más lejanos, pero que dejaron con su unión esta maravilla que somos tu y yo, y cada una de nuestras gotas hermanas y nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos.
Besame y unamonos para que cumplamos con nuestro deber para con la tierra.
No quería moverme, ni siquiera me atrevía a abrir los ojos, para no despertar del maravilloso sueño que, sentado en una fuente del Botánico madrileño, estaba viviendo. ¿Sueño?
¿Podían amarse dos gotas de agua? ¿Podían besarse?


En silencio, volví a concentrarme en el ruido de la fuente. Ya solo se escuchaba el gorgoteo de aquel pequeño surtidor. Comencé a abrir los ojos y de repente me di cuenta de porque el silencio: las dos gotas de agua estaban besándose y no podían hablar.


Espere con delicadeza a que terminaran su beso. Luego observe las consecuencias de aquel largo beso: comenzaban a desprenderse de ambas gotas infinidad de otras mas pequeñas mientras que la charca pareció entrar en ebullición. 


Me levante. Comencé a caminar con una sensación agradable en mi interior y una pregunta vino a mi cabeza: ¿Volveré a escuchar alguna vez una conversación como la de las dos gotas y las veré de nuevo besarse? 
¡Que mas da! Con una vez he comprendido tantas cosas cosas...


Ahora cuando miro a las nubes o a los ríos que cruzo, o los propios charcos que se forman en los caminos, pienso en aquellas dos gotas de agua, en su beso...
Sed felices.

Antonio

2 comentarios:

  1. Qué bonito Antonio!!! me encantó este relato del beso de dos gotas de agua, lo comparto, gracias

    ResponderEliminar
  2. Muy bonito ... Gran fotógrafo y gran narración poética...

    ResponderEliminar