Hace ya tres años que
se inauguró este monumento dedicado a unas personas a las que la vida les ha privado del
don más maravilloso que tiene el hombre: la vista.
No me puedo imaginar un
mundo oscuro, sin luz, sin color, donde las imágenes son imposibles de imaginar
y los colores… Pues bien, hay infinidad de hombres y mujeres en el mundo que
viven sin este sentido, que ríen, lloran y aman como cualquiera de nosotros. Y
trabajan también.
Y su trabajo, que
muchas veces nos parece fútil, es increíblemente duro, durísimo. Para ello solo
hay que verles en cualquier esquina de una ciudad, en invierno o verano, soportando
las inclemencias del tiempo totalmente quietos.
Hacia falta un "algo" para ensalzar a estos hombres y mujeres que durante tanto tiempo solo han sido recordados por el cupón. Y se realizó un monumento.
El monumento está justo
en la calle del Prado de Madrid, delante justo del Congreso de los Diputados y
fue encargado por la ONCE al escultor D. Santiago de Santiago.
La obra es de un
realismo increíble y pueden verse en ella las tiras de cupones que llevaban
antes los ciegos cogidas de unas pinzas a una cadenilla que les rodeaba el
cuerpo, la cartera donde iban metiendo la recaudación y los boletos cambiados y
pagados.
Yo recuerdo aquellas
tiras, que en nada se parecen a los cupones de hoy, y recuerdo haberles escuchado
gritar en una calle: Me quedan las últimas
tiras para hoy…
Las fotos son de hace dos
años y las he estado guardando porque hay una pintada en la frente de Fortunato,
ha si lo llamaron en la ONCE, que me pone de los nervios, pero es también la forma de protestar ante ese
gamberrismo callejero que no le importa, porque no sabe, agredir cualquier tipo
de arte.
D. Santiago de Santiago
es un escultor español nacido en Navaescurial, en 1925.
Dijo en una entrevista
que “nací escultor aunque yo no lo sabía” D. Santiago estudió Magisterio, si
bien su afición por la escultura y la pintura lo llevaron a recorrer países como
Francia y Japón en busca del aprendizaje,
Su fama traspasa las
fronteras y sus esculturas están por todo el mundo. Ha modelado a nuestros
reyes, jefes de estado, artistas e incluso tiene un parque en Tortosa, el
Parque del Príncipe, donde las esculturas son todas suyas.
Medallas y
condecoraciones de muchos países, pero creo que su mayor ilusión seria poder
conocer y llegar a la estrella Vega, la más brillante del firmamento, casi tan
brillante como la obra de este gran escultor.
Podía enumeraros
infinidad de obras, pero no vale la pena, eso está todo en la Red, pero os
aseguro que Fortunato, vecino de mi antiguo barrio, cuando lo descubrí, me
causa una grata impresión.
Nada mas por hoy, solo
desearos que seáis felices.
Antonio
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