El Jardín de las Delicias
es ese espacio maravilloso donde el mundo animal y vegetal conviven
interactuando entre sí, compartiendo cada centímetro cuadrado de terreno, donde
el hombre no vierte productos químicos, viviendo, reproduciéndose y muriendo después
de haber acometido cada uno su labor.
Es un mundo fascinante,
pequeño y a la vez inmenso donde, a veces, da miedo entrar porque desconocemos que
es lo que nos podemos encontrar.
Según te adentras en el con la vista va cambiando.
En esta época del año,
cuando la tierra guarda aun la humedad de las lluvias que han ido cayendo
durante los meses fríos y el principio de la primavera, un estallido fantástico
inunda los campos con infinidad de colores, lo cuales siempre tienen algún fin.
Una Bombyliidae libando sin dejar de batir sus alas
Si, el color de las
flores de los campos no es un color surgido al azar, no, es la evolución de las
especies a continuar vivas, a desarrollarse y así hay que verlo. Colores
amarillos, verdes, morados, rojos, azules, blancos etc. cubren esos
maravillosos jardines que nos rodean y que tienen por misión a traer a
distintas especies de insectos para que las polinicen.
Hay insectos que responden a los colores amarillos como las moscas de ciertas familias y otros a los morados y rojizos, como ciertas abejas que se alimentan de una planta muy común en nuestros campos como es la viborea. Hay otros insecto que no le hacen asco a nada y comen de todos los colores posibles y de todo lo que se mueva a su alrededor.
Una hormiga en el borde del jardín arrastrando una semilla hacia el hormiguero.
Hay insectos que responden a los colores amarillos como las moscas de ciertas familias y otros a los morados y rojizos, como ciertas abejas que se alimentan de una planta muy común en nuestros campos como es la viborea. Hay otros insecto que no le hacen asco a nada y comen de todos los colores posibles y de todo lo que se mueva a su alrededor.
Una ninfa de un chinche liba de una margarita. Fijaros en su aparato bucal entre las antenas.
Una polilla nocturna duerme apaciblemente esperando la noche.
Pero nosotros mismos
nos estamos cargando ese jardín maravilloso y no nos damos cuenta que nuestra supervivencia
depende de él. Los insectos y los arácnidos no están aquí para venir a picarnos
o molestarnos.
Ellos cumplen la misión de polinizar y mantener un equilibrio entre las distintas especies. Es por eso que existen insectos que comen vegetales y otros que comen proteínas, ya sean de insectos o de otros animales, para mantener un equilibrio; pero si el equilibrio se rompe, y se está rompiendo, el hombre puede sufrir una catástrofe increíble, pues muertos los polinizadores quien conseguirá que los árboles produzcan, y las verduras, etc. etc.
Este coleóptero puede comer tanto vegetales como otros insectos.
Un díptero, una mosca de la familia Syrphidae camuflada de avispa come de una flor.
Ellos cumplen la misión de polinizar y mantener un equilibrio entre las distintas especies. Es por eso que existen insectos que comen vegetales y otros que comen proteínas, ya sean de insectos o de otros animales, para mantener un equilibrio; pero si el equilibrio se rompe, y se está rompiendo, el hombre puede sufrir una catástrofe increíble, pues muertos los polinizadores quien conseguirá que los árboles produzcan, y las verduras, etc. etc.
Un Heliotaurus ruficollis, coleoptero, pasta tranquilamente sobre su flor. Son de los primeros en aparecer en el mes de mayo.
Hadrodemus sp. (Miridae) en la cima. Hay que conquistar para ser el mejor.
Aprovechémonos de la
belleza que nos rodea, saquémosle el mayor partido posible, pero a la vez respetémosla
como si de nosotros mismos se tratara.
Una mariquita de siete puntos a la busca de sucomida preferida: los pulgones.
Las fotos que os he
dejado hoy acompañando este texto son una pobrísima imagen de lo que realmente
se esconde detrás del maravilloso Jardín de las Delicias.
Un precioso centro de margaritas entre gramíneas.
Sed felices.
Antonio
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