Mi madre lleva ya más
de un año en una silla de ruedas totalmente inmovilizada de cintura para abajo,
con lo cual hay que ayudarla en todo lo que requiera movimientos y cambios de
posición, pero cada vez que me ve me sigue preguntando por cada uno de los rincones
de su jardín.
El rincón inmutable de los lirios
Esta tarde me ha
preguntado por los lirios, pues desde las dos ventanas del salón dormitorio, no
los ve.
He salido y de los tres
lirios que han sacada flor le he sacado unas fotos para enseñárselas y de esa
forma que pueda disfrutar también de su jardín aunque sea a través de la
cámara.
Hasta que no llegue el
calor de verdad no puede salir al jardín, pero ya le queda menos.
Estos lirios llevan
saliendo en el mismo lugar desde hace décadas.
Son lirios germánicos,
de unas tonalidades azules increíbles y estarán dando flor hasta bien entrado el mes de junio. Luego
solo el verde de sus hojas estará presente.
El hombre que tiene mi
madre cuidándole el jardín, yo le llamo el caballo de Atila, pues por donde el
pasa planta que se carga, no ha conseguido hacerlos desaparecer, cosa que toda
la familia estamos encantados y agradecidísimos.
El otro día me
desarraigo tres rosales que había sacado porque decidió que estaban secos y
esta semana me he encontrado que ha podado el membrillo dejándole dos ramas que
casi tocan al cielo y las buenas las ha cortado. Eso sí, es una excelente
persona.
Volviendo a los lirios,
el jueves cuando suba a estar con ella, se los expondré en la pantalla de la
televisión para que disfrute de ellos de verdad, pues es ahí donde ve las cosas
sin gran esfuerzo.
Hoya sus casi 97 años,
los hace el 27, hemos estado viendo la final de tenis de Roma y ha seguido el
partido mejor que yo. Esta mañana la carrera de fórmula uno. Es una fan de
Alonso y de Márquez en motos. Y le encanta el snooker, modalidad de billar en
el que le introduje yo hace mucho tiempo, y se conoce mejor que nadie a los
jugadores.
Le preocupa el futuro
de su descendencia, y no le gusta como está el mundo, de tal manera que ha
decidido que no quiere saber nada de las noticias y las manda quitar, pero
luego hablas con ella y está enterada de todo.
Muchas veces, me pongo
a pensar si seria yo capaz de estar sentado durante año y medio todos los días
desde las 1º de la mañana hasta las 9 de la noche, el resto en la cama, y que
mis hijos me enseñasen las flores en una máquina de fotos. Creo que para eso
hay que tener una fuerza mental increíble y unas ganas enormes de vivir.
La verdad es que yo
quería hablar de los lirios y he hablado de mi madre… Otro día será
Sed felices.
Antonio
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