Si, otra vez rosas,
infinidad de rosas que parecen cubrir hasta donde la vista alcanza abrigadas
por unas murallas de altos pinos por doquier se mire. Es un día gris, de una
luz monótona, mortecina, que diría un viejo conocido, que no produce sombras,
que aplana todo aquello que está a su alcance, pero que a la vez consigue dar
el color real de las cosas, ni le añade ni les quita.
Panorámica de una pequeña porción de la Rosaleda de Madrid (Parque del Oeste)
Es un día gris, si,
como tantos otros que discurren en silencio en otros muchos lugares. La gente
huele las rosas, las mira, las comentan, pero son incapaces de intercambiar una
palabra contigo, una mirada; me recuerdan a Soledad.
Boticelli
El guarda de seguridad
de la rosaleda da vueltas alrededor de las roas como queriendo impedir que se
escape ninguna. ¿Querrán las rosas salir corriendo al centro de Madrid? No,
seguro que no, pero el agente sigue dando vueltas durante todo el tiempo a cada
uno de los cuarteles que recogen los rosales.
Una mujer, debió ser
muy guapa, ya mayor va oliendo las rosas de cada clase. Su cara es un poema que
indica que rosa a satisfecho su olfato y cual no. Una sonrisa llena de arrugas
recorre su cara cada vez que el perfume de la flor le agrada. Y lleva sonriendo
en tres rosas seguidas; todas son de la misma clase.
Doris Tysterman
Unos niños, con sus
abuelos franceses, se meten dentro de una de esas jaulas para que los rosales
trepadores hagan su cometido. Los abuelos les hacen fotos dentro como si de
tres monos se tratase. Los niños, agarrado con sus manos a los hierros de cárcel,
parecen esos pobres y tristes orangutanes de los zoológicos. Y el guardia de
seguridad sigue vigilando a las rosas y pasa de los niños de la jaula.
4 M.T. 87441
Me fijo en los nombres
de las rosas. De hecho lo que realmente hago es fotografiar el nombre antes que
a las rosas; es la única forma para luego saber de qué rosa estás hablando. Los
nombres son algunos de personajes elevados casi al Olimpo de los dioses:
Leonardo da Vinci, Boticelli, Mathias Meilland… otros en cambio parecen
sencillas formulas matemáticas como M.T. 87441. Quizás en ese nombre haya un
mensaje secreto que quiere decir “Te quiero” en lenguaje cifrado, quien sabe.
Vanity
Otras en cambio, con
una belleza explosiva, delicadas, tienen nombres que no le van a una rosa como
Vanity, Revolución francesa o Iceberg. Como se le puede poner a la flor más
preciada para reflejar el amor un nombre como Revolución francesa. Claro que pensándolo
bien a ella también le cortaran quizás el tallo para meterla en un florero,
pero…
Revolución francesa
No he encontrado
ninguna que se llamase Soledad. Y en cambio la rosaleda está llena de personas
que llevan escrito en sus ojos, en sus arrugas esa palabra. Gente que pasea
sola alrededor de ese arco iris maravilloso de colores que dice mucho, pero que
no habla. La soledad está, Soledad, en la arruga de la señora mayor guapa que
no sabe a quién decirle lo maravilloso que es el perfume de la rosa que acaba
de oler; y en el guarda que camina mirando sin ver a su alrededor.
Leonardo da Vinci
Están grande la rosaleda
que de un extremo a otro pierdes la visión de las personas que están
al otro lado. Pero eso que importa, si en el fondo, ni unos ni otros hacemos
nada por conocernos; fijamos nuestra vista en los hermosos pétalos y nos
olvidamos de unos preciosos ojos que necesitan de una mirada, o una nariz que
necesita un oído en quien confiar sus agradables sensaciones. La rosaleda esta
callada, silenciosa, y cuando pasa un grupo de personas a tu lado que parecen
no ver las flores, escuchas frases de conquistas montañosas de antaño, olvidándose
que es el momento de conquistar el sembrado de rosas.
Iceberg
Y yo, el que escribe
estas palabras, mi querida y olvidada Soledad, soy el primero que ni miro a la
señora de los perfumes, ni al niño dentro de la jaula, ni a los abuelos
franceses, ni siquiera al guarda de seguridad… ¿Y miro a las roas? Ya no sé si
miro a las rosas o son los objetivos de mi cámara los que lo hacen, mientras yo
junto a un rosal, te miro a ti Soledad, si, te miro en la distancia de la soledad del pensamiento.
Mathias Meilland
Solo rosas, exclusivamente rosas, Soledad. Si solo rosas, lo demás no importa.
--o0o--
Boticelli
Sed felices.
Antonio
Gracias, es el mejor regalo de Primavera que he recibido de esta forma fortuita a través de estos medios. Mi madre se llamaba 'Rosa'. Pedí un deseo y hoy ha sido un día de rosas con un inicio precioso.
ResponderEliminarMe alegro que te haya agradado.Buen día
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