Caen los últimos rayos
solares en las praderas de la presa.
Los espinos y las
zarzas han perdido todas sus flores y los frutos comienzan a mostrar sus formas
y colores.
Las moras verdes aun,
las negras no han tenido tiempo de crecer, y ls escaramujos de los rosales
silvestres, los espinos, muestran colores que van del verde fuerte a los
naranjas algo subidos de tono, pero aun les queda tiempo para madurar.
En algunos de ellos aun
se ven los estambres de las flores que les dieron la vida, como ellos la darán ahora
si las condiciones de otoño e invierno se lo permiten.
Es un cambio, es el
momento de recoger los frutos y prepararse para los tiempos fríos que ya no están
tan lejos. De algún modo el sol cada día reduce su jornada de trabajo en
minutos y desde aquel día más largo de junio casi ha reducido dos horas por las
tardes.
Os dejo las foto de una
tarde cuando el sol esta a punto de acostarse tras las cimas del Sistema
Central. Ponerle vosotros a cada foto su titulo o vuestro sentimiento, yo lo
hice mientras fotografiaba cada uno de los escaramujos.
Sed felices
Antonio
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