¿Nunca os habéis tumbado en la hierba a espiar a los insectos y a las arañas? Pues es una sensación genial; si podéis hacedlo alguna vez.
En las zonas húmedas de las presas se forman unas superficies en el terreno húmedo alejado del agua una veintena de metros, donde crecen una serie de pequeñas plantas de no más de 20 o 30 cms de altura y muy olorosas. Son plantas como la manzanilla, el té verde y un largo etcétera que impregnan tus ropas con aromas increíbles.
Junto a ellas, en las zonas más secas se plantan los cactus, como si ellos fuesen una barrera defensiva entre el secano monte y el húmedo pantano, que son un importante grupo de plantas con flores que gustan a multitud de insectos.
Normalmente, vestido con unos vaqueros viejos y ropa que no importe tintar de color hierba, me tumbo ante una planta que veo que atrae a toda cosa que vuela o patea por allí y apoyando los codos en el suelo empiezo a divertirme intentando sacarles el mejor partido a los amigos que llegan hasta aquí.
Eso sí, les dejo siempre la libertad de movimientos; no les atosigo, me he dado cuenta que es muy fácil recortar luego un poco la foto y no pasa nada. En todos estos años, nunca me ha picado ningún insecto. Bueno, los mosquitos sí.
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