Era una tarde de
principios de junio de 2016.
Habíamos quedado los
amigos del grupo de Bichos de San Lorenzo de El Escorial y alrededores para
pasar un rato entre las hierbas de la zona norte de Madrid e intentar ver a los
“Duendes” de las praderas.
Para mí era la primera
vez que me iba a encontrar con un maravilloso animal que en su fase adulta
enamora a cualquiera que téngala suerte de verlo volar.
Se trata del Nemoptera bipennis, un maravilloso animal que
nunca hay que confundir con una bella mariposa o una extraña libélula.
Su vuelo es delicioso.
Dala sensación que flotan con movimientos rítmicos por el aire como si fueran
pequeñas cometas con sus dos enormes colas estabilizadoras.
Pero hablemos un poco científicamente,
aunque yo no lo soy.
La Nemoptera bipennis
es un insecto. Tiene seis patas y dos pares de alas, unas, las anteriores con
las que vuela, y las posteriores que son esas largas colas que han perdido su
función.
Pertenece al orden de
los Neurópteros y está emparentado con las hormigas león.
La longitud total de
los duendes puede llegar a alcanzar los diez centímetros desde la cabeza hasta
la punta de esas colas maravillosas. Su cuerpo puede medir entre dos y tres centímetros
como mucho, siendo por lo general la primera medida la más común.
Su cabeza, a mí
personalmente me recuerda a la de algún personaje de la Guerra de las Galaxias,
es alargada con dos enormes ojos y dos antenas fusiformes.
Las alas anteriores pueden
medir cada una unos tres centímetros, dando al insecto una envergadura que
oscila entre los 6 y 7 cms.
Las alas posteriores,
las colas, pueden llegar a medir hasta seis centímetros, aunque normalmente
están alrededor de los cinco.
Los colores de las alas
varían un poco en función del lugar donde habiten, Las que veis en las fotografías
tomadas por mí, son de color crema con tonalidades marrones en dibujos de total
camuflaje. El camuflaje llega a ser tan bueno que hay veces que estas al lado y
no consigues verlas.
Viven en zonas de praderas
de gramíneas relativamente secas, en terrenos que comparten las zonas rocosas,
con herbazales y piedras sueltas. Los tipos de terrenos pueden oscilar desde
los calcáreos a los graníticos.
La vida de Nemoptera
bipennis hay que dividirla en tres fases: huevos, larvas y adultos.
De los huevos en la
base de los tallos de las gramíneas eclosionaran unas larvas rarísimas de
cuello alargado, capaces de compartir vivienda con sus presas, muy voraces. Su
etapa larvaria durará dos años.
Pasado este periodo, la
larva comienza a realizar un capullo y a los quince días, aproximadamente,
salen estos maravillosos adultos.
Los adultos viven unos
dos meses, desde junio hasta principios de agosto.
Los adultos, al
contrario que las larvas se alimentan del polen de las plantas.
Sus vuelos son muy
lentos, tanto que puedes ir andando detrás de ellos y adelantarles. Y a la vez
son muy frágiles.
Si alguna vez se ponen
a vuestro alcance, observarlos, pero no intentéis cogerlos, lo mas seguro es
que los lastiméis.
Se me olvidaba
comentaros que los “Duendes”, Nemoptera bipennis, son unos animales antiquísimos,
seguramente de los primeros insectos modernos, y además son endémicos de la Península
Ibérica.
Disfrute como nunca
aquella tarde que descubrí a los duendes. Goce viéndoles volar como se lo
hiciesen dentro del agua. Los vi volar en grupos maravillosos al caer la tarde
y me enamoraron.
Nada mas por hoy. Espero
que os haya gustado.
Sed felices.
Antonio
Muy bueno
ResponderEliminarEspectaculares fotos de "duendes". Genial, Antonio Banús. Saludos.
ResponderEliminarBrutal
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