jueves, 30 de agosto de 2012

La avispa que le gustaba el jamon de York

 LA AVISPA A LA QUE LE GUSTABA EL JAMÓN DE YORK

Primeramente pediros escusas por la calidad de las fotos, pero dispara a pulso con un macro y poca luz tiene sus consecuencias.



Estábamos comiendo tranquilamente en el porche de la casa, acristalado y orientado al norte para los veranos, unos entremeses veraniegos. 


En una de las fuentes quedo un trozo de jamón de York que fue visitado rápidamente por una pequeña avispa que regularmente venia de nuevo a la fuente a atrapar otro bocado.

 A la tercera vez que vino, me levante de la mesa y fui por mi maquina de fotografiar; y a esperar.

Y a los cuatro minutos apareció de nuevo la avispa jamonera a cortar y llevarse un trozo de jamón. 



No le hacia falta un cuchillo afilado, ni una tabla donde apoyarse. Sencillamente con sus mandíbulas realizaba unos maravillosos cortes circulares en los que el trozo de jamón quedaba perfectamente biselado.
Me extraño que viniese sola, nunca trajo a otra compañera y eso me hizo pensar si seria una joven avispa con un avispero muy pequeño a su cuidado.



Puse el cronometro en marcha y los viajes de ida y vuelta al avisperos estaban en una media de tiempo que variaba entre los tres minutos y medio y los cinco, excepto uno que solo tardo dos minutos. Creo que en este ultimo se le debió caer el pedazo de jamón dándose la vuelta y comenzando la operación de nuevo.

 
Os voy a poner distintas fotos de los cortes que la avispa ha ido haciendo en el pedazo de jamón.
Es impresionante ver como con sus mandíbulas va cortando el trozo girando a la vez su cuerpo para hacerlo circular.

Una vez que casi lo tiene cortado con las patas lo va apretando hacia su abdomen, hasta que consigue separar el trozo, momento en que emprende raudo el vuelo.

¿Como encuentra el jamón sin perderse? Eso se debe a unos sensores que tienen en la cabeza, ocelos se llaman, y que forman un triángulo. Con dichos ocelos pueden saber si es de día y de noche y situarse con una exactitud brutal el punto al que deben volver a buscar o a llevar la comida con errores de milímetros.


Luego, con precisión milimétrica, volvía siempre al mismo trozo de jamón. Y dentro del trozo siempre al mismo punto; excepto en dos ocasiones. 

Estuvo viniendo hasta bastante tarde, creo que el ultimo viaje fue sobre las siete de la tarde; también es cierto que a esa hora el jamón se había secado bastante. ¿Quizas no tenia la calidad necesaria?

Lo que si es seguro es que sus larvas dentro de las celdillas del avispero debieron de saciar su voraz apetito con un dulcísimo jamón de York.


Observar a los insectos cuando se relacionen de alguna manera con vosotros y os daréis cuenta de la cantidad de distintos trabajos que realizan.






Buen día a todos.
Antonio

2 comentarios: