martes, 29 de enero de 2013

FLORES CON POESIA XLIV.- Maternidad.

 
Nuestra poetisa de hoy nace en Vitoria en mil novecientos cinco y muere en Madrid en mil novecientos noventa y nueve.
Con una gran base cultural dada por sus padres, estudio en el Colegio del Sagrado Corazón de Madrid y posteriormente realizo el Bachillerato por libre. Cosa curiosa desde la perspectiva de nuestra época, su padre no la permitió realizar una carrera universitaria.


 
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Empezó a publicar poesía muy pronto en mil novecientos veintiséis publica Silencio y a partir de ahí un gran número de títulos mas.
Influenciada por la poesía de Juan Ramón Jiménez con el que tuvo estrecho contacto, Ernestina de Champourcin publicó sobre él un libro titulado La ardilla y la rosa.
La guerra civil le coge en Madrid y trabaja en un hospital de niños. Debe exiliarse junto a su marido. Escribió una novela sobre el tiempo en el hospital que no llego a terminar titulada Mientras allí se muere.


 
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En el exilio trabajo realizando traducciones y escribiendo, regresando a Madrid en mil novecientos setenta y dos.
Estos son algunos de los títulos de sus obras publicadas: En silencio, La voz del viento, Cárcel de los sentidos, El nombre que me diste, Poemas del ser y del estar.


 
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Propuesta para el premio Príncipe de Asturias, recibió el premio Euskadi de Poesía y la Medalla al Mérito Artístico del Ayuntamiento de Madrid entre otros.
Os he puesto un poema de Ernestina que a mi personalmente me encanto la primera vez que lo leí. Espero que os guste.


    
MATERNIDAD
 
 


Hijo tuyo…
silencio de mi carne sellada.
Eternidad sin muerte.


 
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Solo yo sé su nombre.
Un nombre que no existe
y palpita en la oscura tentación de mis venas,
un nombre impetuoso que levanta mi sangre
con sístoles de fuego.


 
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Verdad limpia, sin roces.
Nadie hollara su frente
con un turbio rocío de insólitas palabras,
nadie herirá su pecho
ni podrá torpemente mancharle el corazón.


 
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Hijo nuestro. Pureza de todo lo imposible.
¡Que grávida dulzura aquieta mi regazo!
--oOo--



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Nada mas. Espero haberos dejado buen sabor de boca con este poema.
Sed felices
Antonio  

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