Soy un afortunado. Tener a tan pocos minutos de casa el Real Jardín Botánico de Madrid es ser un afortunado. Diez minutos andando desde que paso por al lado de los leones del Congreso y entro por la puerta de este maravilloso jardín.
El Botánico madrileño tiene una superficie agradable para recorrer en una mañana y sus paseos ora a la sombra, ora a pleno sol son una delicia de colores y contrastes. Los gigantes y los enanos conviven en un mundo vegetal en el que el orden y el buen hacer de los jardineros de todas las épocas han logrado rayar la perfección.
Y dentro del Real Jardín Botánico hay un paseo que para mí es el más bonito de todos y es el paseo que a los pies de los eminentes investigadores españoles de otros tiempos contiene la bordura inglesa.
Y en esa bordura inglesa se dan un montón de paisajes distintos donde una alcachofa puede estar junto a unos lirios o cerca de un olmo.
Si señor, relajante relato e imágenes como no puede ser de otra manera viniendo de tus "máquinas" y tu buen hacer. Gracias
ResponderEliminarGracias Luis, ya sabes con quien aprendo muchos dias.
EliminarUn abrazo