Nuestro poeta de hoy nació en Segovia en el año mil seiscientos.
Hijo de judío portugués converso realizo estudios hasta que entro al servicio de la milicia donde llego a alcanzar el grado de capitán y fue galardonado con el habito de San Miguel.
Antonio Enríquez Gómez tomo de nuevo el judaísmo como religión y fue perseguido por ello por la Inquisición que llego a quemar una efigie suya de madera a lo que nuestro poeta comento: “Así me las den todas”
Huyo a Francia donde entro a servir a las órdenes del rey Luis XIII y se cree que murió en Paris o en Ámsterdam, en el año mil seiscientos sesenta.
Antonio Enríquez es un poeta de verso fácil, imaginativo, que pone en sus estrofas un gran ingenio y maneja extraordinariamente bien la metáfora, como podemos apreciar en el soneto que llega a continuación, titulado La cordera y el lobo.
Espero que sea de vuestro agrado.
LA CORDERA Y EL LOBO
Débil cordera, cuya blanca nieve
copo a copo formo naturaleza,
cándida ofrece al valle su pureza,
si a tanto armiño su verdor se atreve.
Al cristal de un arroyo, altivo mueve
lobo cruel su barbará fiereza,
y la simple cordera la cabeza
inclina al agua, y descuidada bebe.
No bien hubo tocado los cristales,
cuando el nocivo monstruo a la desierta
campaña dio de purpura señales:
quedando la traición mal encubierta,
el agua salpicada de corales,
el lobo ausente y la cordera muerta.
--o0o--
Cuidado con los verdes campos y los lobos que a nuestro alrededor pululan.
Nada más por hoy.
Sed felices
Antonio
No hay comentarios:
Publicar un comentario