Hola Soledad:
Me preguntas con tu mirada sin ni siquiera hablarme, me buscas sin darte cuenta, tus ojos se cruzan con los míos en un largo beso silencioso que sale del alma y que no se puede expresar de palabra. Esa es mi soledad.
Como líneas fugaces que corren raudas a nuestro alrededor las miradas se cruzan y se desvían como no queriendo ver; y, aunque no nos miremos, sabemos donde esta uno y donde está el otro en silencio, en el terrible silencio de quien quiere hablar, decir, y sabe que no puede. Eso es soledad.
Soledad es pasar por el campo y en cada rincón encontrar algo que me recuerda a ti y no tenerte. Ya no hay miradas, solo sentimientos que te buscan en líneas perdidas, intentando encontrarte. Como se añoran esas furtivas miradas que se cruzan, que dicen más ellas solas que todas las palabras que pueda decirte.
Líneas quebradas, difusas, de silencios, como dardos lanzados con ímpetu que no llegan a su destino porque el destino no les ha permitido entroncar y convertirse en un cálido beso. Besos si, añorados, deseados también, pero inimaginables en el espacio y en el tiempo. Eso es soledad.
Líneas paralelas que son incapaces de encontrarse como no sea en el infinito, y el infinito es tan lejano, esta tan hondo, que por mucho que lo busco, siempre anda un poco mas allá. Y ese beso se escapa en la lejanía y es imposible entregarlo. Soledad…
Un beso en el infinito, Soledad.
La soledad es una línea (camino) difícil de recorrer. Fantástico, Antonio.
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