miércoles, 14 de septiembre de 2016

Flores con poesía CCLXXXII: Mater dolorosa.

Cuando he reencontrado a este poeta, mi cabeza ha vuelto a Gerona a mis años mozos, cuando allí viví en compañía de mi abuela durante tres años que fueron los de los cursos 1º a 3º a lo que entonces se llamaba Bachillerato Elemental, asistiendo a clase en el colegio de La Inmaculada de los Hermanos Maristas.


Y el segundo año, tuve que recitar dos poesías y mi abuela la primera que eligió fue el soneto anónimo “No me mueve mi Dios para quererte…” y la segunda fue está otra dedicada a una Virgen Dolorosa.
Su autor, madrileño, nació en mil ochocientos noventa y uno y ya desde muy joven se sintió llamado por las letras.
Francisco Altet Pascual, es un poeta del modernismo que encontró en la poesía su forma de concebir la escritura, aunque también tanteo la novela con una obra titulada El crimen de los labios, puede considerarse dentro de la novela corta, publicada en mil novecientos dieciocho.
Pero su pasión fue siempre la poesía. En mil novecientos quince publica a la edad de veinticuatro años su primer poemario, titulado Cantos de todas las edades. Posteriormente publico dos libros mas, uno titulado Inquietud y otro con el titulo Sinfonía espiritual.


Poco más he encontrado de este autor en la Red de redes. Ni siquiera figura una corta biografía, o yo no he sabido hacerlo, y solo aparece un fragmento del Boletín Oficial de la Provincia de Madrid de mil novecientos trece donde se le exonera del Servicio Militar.
Si podemos decir de Altet, que es un poeta profundo, modernista pero clásico, como Boscán y modernista como Gabriel y Galán.
Os dejo el soneto que tuve que aprenderme de memoria con unos doce años

MATER DOLOROSA

Contigo conversar fuera mi gusto,
mas el labio, sin guía, solo reza;
porque, siendo su guía la cabeza,
esta no halla el lenguaje exacto y justo.


Intento comenzar, pero me asusto
del riesgo de que yerre mi torpeza;
y abrumado por la sin par grandeza
tuya, callo y conmigo me disgusto.


Y, ya que para Ti es tan suficiente
que sienta el corazón lo que la mente
al labio no dictó y esta no dijo,


como prueba de lo que el mío siente,
ve la sangre que mana de mi frente
apoyada en los clavos de tu hijo.
--o0o--


Espero que os haya gustado.
Sed felices.

Antonio 

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