lunes, 29 de junio de 2015

FLORES CON POESIA CCXLVI.- Endechas de destierro.

 
El poeta elegido en el día de hoy nace en Nápoles en el año de mil seiscientos treinta y seis, en el seno de una familia noble pero humilde. Conoció al Duque del Infantado, quien lo acogió bajo su proteccion acompañandole a Sicilia y posteriormente a Italia.
 



Fernando de Valenzuela y Enciso es fundamentalmente un hombre de la Corte española, que conseguirá llegar a o más alto dentro del mundo de la política del siglo XVII, comenzando desde muy abajo, y a la vez a la más humillante de las desdichas.
Llego a ser jefe de gabinete, así lo entenderíamos hoy, antes introductor de embajadores etc. Se le atribuyeron amores con la reina doña Mariana, y bajo su protección consiguió llegar a la cima de la política. Pero eso mismo le granjeó gran cantidad de enemigos que consiguieron juzgarle y encarcelarle. Fue encerrado en las cárceles de Consuegra y Cádiz, huyendo a México, donde murió en mil seiscientos noventa y dos.
Fernando de Valenzuela fundamentalmente es político y su obra literaria se reduce a poesías y comedias, siendo un magnifico constructor de romances a base de endechas, parte de las cuales veréis hoy reflejadas aquí, de un romance que escribió en México camino de Filipinas.


¿Qué es una endecha? Una endecha es un romance de aire triste, escrito en estrofas de cuatro versos en versos de rima asonante hexasílabos o heptasílabos. Si bien es cierto que el cuarto verso puede ser endecasílabo formando rima asonante con el segundo.
En este caso concreto es una historia referente a su traslado a Filipinas para cumplir su destierro.
Espero que os guste.

 
ENDECHAS DE DESTIERRO
 
Si mi mal no permite
dar tregua al tormento,
remedio es el callar
que no tienen los males mas remedio.

Yo soy…, pero ¿Qué digo?
Yo fui…,¡que mal me acuerdo!
Yo he de ser…, ¡mal discurso!
Y puesto donde ignoro, ¿Qué pretendo?


Otros dirán que soy,
y alcanzaré por ellos
de lástima la dicha,
que no pudo alcanzar e valimiento.

Despojado de cuanto
fue dadiva del tiempo
me vide en un instante,
ejecutando en mi justos decretos.


Por grande me envidiaron;
¡que dictamen tan necio!
¡Como si el ser yo grande
fuera a hacer a los otros más pequeños!

Conocidas ventajas
veneré con respeto;
pero la envidia pudo
vestir de otros colores mis deseos.


El ser hombre me queda
y en todo cuanto pierdo
antes gano; pues logro
el que ninguno envidie lo que tengo.

Mas es tal mi desdicha,
que, a no ser el talento,
de los cielos alhaja,
me privaran también de entendimiento.


En el mar de la Corte
corrí fortuna, necio,
porque sin norte fijo
todas las velas entregue a los vientos.

Estrellas me empeñaron,
que fijas parecieron,
y viendo la borrasca,
sus luces todas me negaron luego.
.....................................................
-o0o-


El poema en si es una queja impresionante. Es muy largo y os he puesto las diez primeras estrofas.
Nada más por hoy.
Sed felices.
Antonio

Insectos a 1750 msnm en el monte Abantos.

Tres de mayo de 2015. Hemos quedado unos cuantos apasionados de la fotografía de insectos para realizar una pequeña marcha en busca de amigos de ocho y seis patas. Tomamos un café bajo la mole rocosa de Abantos. Allá arriba, un cielo gris, nos espera el encuentro con una naturaleza maravillosa. Estoy rodeado de apasionados por los insectos. Soy el único que no pertenece a ese mundo: he llegado tarde, pero mis nuevos compañeros de aventuras no se cansan en darme todo tipo de explicaciones y de descubrirme lugares donde mirar y que buscar. He aprendido en unas horas que es esencial salir al campo bien acompañado; y puedo prometeros que en esta ocasión así ha sido.
Es la segunda entrada que coloco referenciándola a ese día. No será la última, pues no solo fueron insectos, no, hubo también un montón de plantas, paisajes, arácnidos, pequeños reptiles y algún que otro bicho, como las escolopendras, que daban miedo.
Quiero desde aquí, antes de seguir dedicar todas y cada una de las fotos que vais a ver a mis compañeros de excursión: Adela, a Julio y su familia y a José. No solo dedicarles las fotos, cosa que no tiene mucho valor, sino a la vez darles las gracias por su acogida y el cariño mostrado durante toda la mañana.
Y hechas las presentaciones iniciales que os parece si empezamos con una buena vista.

El monasterio desde casi arriba de Abantos

El monasterio de San Lorenzo de El Escorial, fue mandado construir por Felipe en conmemoración de la batalla de San Quintín. Visto desde lo alto del monte de Abantos se puede observar su forma de parrilla en conmemoración del martirio del que lleva su nombre.
El monte Abantos es un ecosistema delicioso en el que se pueden encontrar prácticamente todas las plantas de la meseta y otras especies de altura, ya que con su 1753 msnm su climatología abarca unos cambios casi instantáneos a lo largo del día.

Flores de retama

Retamas, pinos, chaparros, abedules y álamos y un sinfín más de árboles lo cubren y pequeñas hiervas con sus flores, como lirios de montaña e infinidad de distintos tipo de margaritas aprovechan aquellos lugares que pueden para mostrarse.
Lógicamente donde hay flores, hay insectos y sus depredadores como pueden ser las arañas.
Os he traído a la página hoy una serie de fotos de aquella mañana simpática a la que solo le faltó un poquito de sol y de calor para alegrar la mañana larga.
Mosca equilibrista

Una mosca equilibrista, que algunos habréis visto ya en alguna pagina de la Red, realizaba sus ejercicios entre los tallos de una especie de planta carnosa, que no tengo ni la más remota idea de cuál es. (Acordaros que lo mío es el ladrillo y esto que estoy haciendo una pequeña incursión en mundo del que conozco muy poco)

Mariquita de siete puntos

Me asombró la cantidad de distintas mariquitas que encontramos por aquellas sendas, señal inequívoca que los pulgones también abundaban por la zona. Creo que por el numero de pintas y su tamaño es una Coccinella septempunctata.
Los dípteros, las moscas, estaban representadas en un montón de especies distintas, que agarradas a las plantas intentaban buscar calor en la mañana fría.

Mosca familia Therevidae

La que os presento hoy, no está de luto, pertenece a la familia Therevidae. Si os fijáis en su cabeza y su tórax están llenos de pelillos. La de la foto es en realidad un macho, ya que sus ojos están el uno junto al otro. Chula es la posición de esa pata completamente estirada como si le hubiese dado un calambre.

Oruga

En un prado, a medio camino entre el coche y la cima, encontramos a esta oruga que alzaba la vista para observar a esos extraños seres que se tumbaban en la hierba para observarla y que no eran precisamente vacas. De ella saldrá seguramente una bella mariposa, todas lo son, después de que la oruga encuentre un lugar para convertirse en una de las hadas de la montaña.

Spilostethus saxatilis

Este tiene un nombre que no hay quien lo pronuncie bien y menos y con mis problemas de vocalización. Se trata de un chiche llamado Spilostethus saxatilis, encaramado sobre su atalaya, que no es otra cosa que una flor del año anterior de una santolina.

Aceitera

Seis o siete horas de paseo por la montaña dan para mucho. Charlar, comentar, observar, fotografiar y sobre todo descubrir cosas nuevas como esta “Aceitera” cuyo verdadero nombre es Melloe corallifera. En el paseo las pudimos ver andando, como la que os presento en la foto, apareándose e incluso excavando sus agujeros donde depositar sus huevos. Su nombre cientifico proviene de esos pendientes que lleva en el cuello que parecen corales.
El nombre popular de aceitera, le proviene de una sustancia aceitosa y urticante que suelta para defenderse. Si la veis por el monte la podéis observar con tranquilidad, pero no la toquéis.

Tarántula española.

Esta señora que veis en la foto es la tarántula española. Hace unos nidos redondos y con ciertas curvas en su interior para evitar las inundaciones en caso de lluvias o tormentas de sus túneles.
Este ejemplar de Lycosa, este es su nombre científico, tiene la capacidad de percibir las vibraciones que producen en el suelo otros insectos y por supuesto nosotros.
Es una de las arañas que no debe tocarse pues si puede picarnos, aunque su picadura no es mortal.
Para que os hagáis una idea la araña debe medir aproximadamente unos dos o tres centímetros.

Tipulas apareadas

La mayoría de los mortales piensa que estas dos típulas, fotografiadas en el momento de apareamiento, son mosquitos y nada más lejos de la realidad. Se trata de unas moscas que no pican, pero que debido a sus largas patas y al aparecer en los cielos de nuestras casas por la noche, la mayoría de los mortales confunde y mata.

Chinche sobre santolinas viejas

Hay veces que uno sin darse cuenta fotografía un bichito, en este caso otro chinche, y logra sin darse cuenta en el momento de la fotografía un montaje curioso. En este caso un triangulo en el que el chinche va recorriendo cada uno de sus vértices formados por las santolinas viejas.
¿Os habéis preguntado por qué esta ahí arriba? Sencillamente ocupado un lugar importante, conquistando un terreno desde el que dominar el territorio, a sus rivales y a sus amores.

Cicindela maroccana

Y llegamos a uno de los insectos mas fantásticos que ha creado la naturaleza: la Cicindela maroccana. Un animal increíble, tanto por su voracidad como por su velocidad al caminar. Si se tuviera en cuenta su tamaño y la velocidad que alcanza sería el más rápido del universo.
Voraz ya desde larva posee unas poderosas mandíbulas y se come todo aquello que se mueva y se le ponga por delante.
Nada más por hoy.
Solo aconsejaros que si os gusta fotografiar a estos amigos pequeñines que salgáis en todas las ocasiones que podáis con gente que os pueda enseñar; si al mismo tiempo tenéis la suerte de encontrar a un grupo como el que yo encontré, entonces pasareis un día maravilloso.
Nada más. Sed felices.
Antonio

martes, 23 de junio de 2015

Baños publicos: el baño de la urraca.

Mes de abril a finales. Hace calor esa tarde, casi como si el verano se hubiera dado un paseo por el madrileño enclave del Jardín Botánico. Como muchas tardes he salido con mis maquinas a pasear para no quedarme detrás de esta pantalla tonta que nos subyuga a todos un poco.
 
He bajado a fotografiar las primeras flores de primavera y la verdad es que he fotografiado unas cuantas y otras cosas, como algún insecto y algunas aves.


Pero en cierto momento, cuando a eso de las cinco y medias pasadas andaba cerca de uno de los pilones que existen dentro del maravilloso recinto he visto un baño público concurrido.
Inicialmente había una urraca, dos cotorras y dos palomas torcaces. Las cotorras, haciendo gala a su nombre estaban chismorreando entre ellas, seguramente quejándose que la urraca ocupara el centro del pilón. Han levantado el vuelo antes de que pudiera hacerles ninguna foto.
Las palomas, engalanadas con esos collares blancos que llevan en sus plumas del cuello, han bebido un poco de agua y según me iba acercando con mi maquina de fotografiar han salido volando.


Por el contrario, la urraca, confiada, lista y por supuesto acalorada ha seguido su aseo en la pileta del baño público. Sabia de sobras que yo estaba allí; sabía también que mi idea no era hacerle daño y ha seguido debajo y encima del chorro un buen rato.

Se ha aseado a conciencia. Se ha refrescado y no ha dejado que nadie, absolutamente nadie se acercara a su isla del centro del pilón.
Os dejo con la urraca bañándose.











Espero que os haya gustado. Sed felices.
Antonio

La Aquilegia vulgaris o flor de los celos.

Paseando a finales de abril por el Real Jardín Botánico de Madrid, en la bordura inglesa, me encontré con una planta de la familia Ranunculácea, preciosa, de un volumen de mata considerable y con unas flores que realmente me cautivaron, tanto por su color como por sus formas: me refiero a la Aquilegia vulgaris.


 
Y tal fue la absorción que de mi hicieron sus flores que se me olvido completamente fotografiar la mata, de esta hierba perenne.
Por cierto, la Aquilegia vulgaris, forma parte de de la familias de las Aquilegias que está compuesta por unas 70 especies distintas y que se encuentran distribuidas desde el África central a América del Norte y Europa.
Esta está fotografiada en el Botánico, pero si salís a las montañas la podéis encontrar por todo el norte de la península, zona centro y en algunos lugares de Andalucía.


Prefiere vivir en los bosques, como si los árboles fuesen para ella una protección, pero en lugares con cierta humedad podemos encontrar incluso en la llanura en medio de los pastos y las siembras. 


Si la vas a sembrar en casa, le gustan los suelos algo calizos, aunque también se la ve sobre suelos silíceos; el riego debe ser de tres veces a la semana intentando que el agua no moje las flores.
Las hojas dee la planta son triternadas, presentando un envés suave y sedoso, y formando especie de ramilletes de hojas que sale de un mismo tallo.


Las flores con forma acampanada se presentan erectas o colgantes en la planta indistintamente, formando una maravillosa conjunción entre pétalos y sépalos que remata en una maravillosa campana o cucurucho como podéis ver en todas estas fotos.


Recibe distintos nombres y se la conoce entre otros como Aguileña, Copa de Rey, Colombina y como Flor de los celos.
Este ultimo nombre no sé de donde proviene pero el nombre vulgar de Aquilegia viene de la formas de sus pétalos que asemejan las garras de un águila.


Nada más por hoy, solo pediros que si encontráis errores en mi narración me los perdonéis, ya que lo mío realmente es el ladrillo.
Sed felices.
Antonio

lunes, 22 de junio de 2015

Un gran hombre puertoriqueño: Eugenio Mª de Hostos.

En el Paseo de Camoens, situado en una planicie del madrileño parque del Oeste, se puede encontrar uno con estatuas y bustos de los grandes independentistas americanos. A parte de la belleza de esa zona del parque, bajo la ladera que le separa del Paseo de Rosales, uno puede admirar a todos y cada uno de ellos.
 


Nuestro personaje de hoy tiene dedicado un busto que fue realizado por el escultor Emilio Laiz y donado a la ciudad de Madrid por la Casa de Puerto Rico en España, por la ciudad que le vio nacer Mayagüez y por la Secretaria de Estado de Educación de la Republica Dominicana, como figura en sendas lapidas de granito rosa.



Nuestro personaje de hoy no es otro que un célebre hombre puertorriqueño nacido en la ciudad de Mayagüez en 1839, que con el tiempo sería considerado primeramente el Hombre Hispanoamericano y después el profesor latinoamericano por excelencia, y no es otro que Eugenio María de Hostos.
Eugenio María de Hostos realizo sus primeros estudios en Puerto Rico capital y a la edad de 14 años embarco rumbo a la Madre Patria para terminar su enseñanza juvenil e ingresar después de la Universidad central de Madrid y estudiar dos carreras: Derecho y Filosofía y Letras.



En España contacta con los grupos liberales, fundamentalmente con los krausistas, y desarrollara sus ideas y se convertirá en un acérrimo defensor de esta doctrina de enseñanza, tanto que la propondrá en los países centro y sud americanos.



Ligado al independentismo de la zona antillana, con la idea de un solo país, marcha a Estados Unidos donde apoyara las sublevaciones cubana y puertorriqueña.
Ya en España, aparte de conferencias dadas defendiendo sus ideas, escribió una novela política titulada Peregrinación de Bayoan en la que defendía sus tesis independentistas.
Aplicando en su país y en Centro América sus ideas krausistas en la enseñanza recorrió todo el continente en busca de apoyos para la formación de un solo país antillano. Pero con la conquista de Puerto Rico por los Estados Unidos de Norteamérica y su anexión, perdió todas sus esperanzas.



Eugenio María de Hostos fue un escritor prolífico, que dedico sus escritos a la educación, la filosofía y la política.
Entra algunas de sus obras destacar Educación científica de la mujer, El día de América, Geografía evolutiva y un largo etc. que se vio reflejado en los 20 volúmenes que se publicaron de su obra completa tras su muerte.



Esta acaeció en Santo Domingo el año 1903 sin haber conseguido ver libre a su amado Puerto Rico.
Nada más por hoy.
Sed felices.
Antonio

El tiesto de la hortensia, Soledad.



El tiesto, donde presa crece la hortensia, es un triste pedazo de barro moldeado para dar cabida a la vida, una vida maravillosa transformada primero en hojas y luego en flores, para producir a la postre mas vida.
Depende cuando miro el tiesto, Soledad, los sentimientos son distintos.


Con la luz cálida del atardecer las coloraciones y los contrastes se acentúan. Cada hoja, cada tallo y cada flor en esos momentos deliciosos de la puesta de sol presentan tonos dispares, luces dispares, colores distintos que se superponen unos encima de otro, Soledad.


Al mediodía, cuando el sol en lo alto descarga con fuerza todo su potencial, la hortensia a la sombra de pino va cambiando sus tonos en función del aire que en ese momento corra. Unas veces la flor esta a plena luz, otras, por el contrario, es una especie de reja que presenta distintas zonas luminosas.


¿Cómo nos hablan las plantas, Soledad? Las plantas nos cuentan sus sentimientos cuando las miramos; nos enseñan su alegría en los retoños y su salud en unas maravillosas hojas verdes, que como en la hortensia, Soledad, derraman los brillos de la luz que reciben del sol. Basta con mirar una planta, Soledad, para saber si es feliz y si está sana, como basta mirar a los ojos de una persona para saber si te quiere y está feliz, como cuando te miro a ti. 


¿Te has fijado en el pobre barro de la maceta? No es bonita, es un macetón grosero, basto, mas para estar cobijando un árbol antes de su trasplante que soportando tan maravillosa criatura. Pero es indiscutible, Soledad, que ese barro ha sido capaz de albergar y dar vida a una maravilla como es esa hortensia del pozo.


Me encanta acariciar sus hojas, notar el suave tacto de su haz y la sensación algodonosa del envés, que parece que la planta agradece, como me gustaría acariciarte a ti, Soledad.


A diferencia de las hortensias del pozo que se encuentran unas con otras a través de los insectos, tú y yo Soledad, estamos en tiestos distintos que no nos permiten acercarnos el uno al otro.


¿Te has fijado en el tono de las flores? Delicadas, parecen querer decir que son frágiles, temerosas de que una mano las arranque de su planta. Me recuerdan un poco el color de tus labios, temerosos de que yo les bese, Soledad.


Sé feliz, amiga mía, como lo es la hortensia encerrada en el tiesto sin posibilidad de escapar, como tú y yo.


Hasta pronto, Soledad. Un beso.
Antonio

jueves, 18 de junio de 2015

Las fotos de un paseo por el Real Jardín Botánico de Madrid: Acerquemos a los jóvenes a la Naturaleza.-

El otro día, el amigo Luis y yo, nos dimos una fantástica vuelta por un Real Jardín Botánico de Madrid, que estaba lleno a rebosar de estudiantes en viaje de final de curso.


Y me parece genial que esos colegios e institutos accedan con sus alumnos a parques temáticos como este, que ponen en contacto a los jóvenes con la naturaleza de su país y con la de infinidad de otros países de distintos continentes.




Tendría que ser una materia obligatoria la enseñanza del entendimiento de la naturaleza que nos rodea, ya sea vegetal, animal o mineral. Es necesario que logremos que nuestros pequeños pongan algo de su atención en las maravillas vivientes que el mundo pone a nuestro alcance y que para muchos de ellos pasan desapercibidas por culpa de las nuevas tecnologías mal aplicadas.



Y sin engañarles, enseñándoles la realidad de un mundo, a la vez gigante y a la vez minúsculo, en el que la lucha por la supervivencia es esencial. Pero conocerlo, es de alguna forma ahondar en nuestro propio conocimiento y sentimiento, es poder comprender la existencia en si misma. La Filosofía en si misma es una aplicación de esa observación.



Por eso os invito a que salgáis al campo con vuestros hijos, sobrinos o nietos, dejando los móviles en casa, intentando encontrar en las pequeñas flores la belleza que albergan, en los insectos que sobre ellas viven, la vida a pequeña escala pero tan necesaria.


Acerquemos a nuestros jóvenes a la Naturaleza, demosles la oportunidad para que sepan convivir con ella. Pero es esencial que dejemos nuestra pereza a un lado y la conozcamos nosotros también. ¡Como vamos a enseñarla si nosotros mismos no la conocemos! 


Y para terminar aquí os dejo el resto de fotos tomadas en el Real Jardín Botánico de Madrid el 16 de junio, antes de ayer.



No he querido subtitular cada una de las flores que aqui aparecen; podría hacerlo, pero ¿de que sirve el nombre si no somos capaces de contemplarlas?
Sed felices, aparte de merecerlo, tenéis esa obligación.
Antonio