sábado, 15 de septiembre de 2018

Flores con poesía, CCCXXIV : Otoño en el Retiro


Nace nuestro poeta en la bella ciudad asturiana de Gijón o en una pedanía de ella, allá por el año de mil ochocientos ochenta y tres.


Alfonso Camín Maena comienza a trabajar desde muy joven en una cantera y en el año mil novecientos cinco emigra a Cuba con unos veintidós años.
Allí edita su primera composición poética titulada Adelfas.
Después de realizar distintos trabajos en la isla comienza su carrera de periodista, regresando a España para ser corresponsal de guerra en la Segunda Guerra Mundial.
Director de revistas, periodista, redactor político, critico y sobre todo poeta.
Alfonso Comín Maena es un poeta modernista que sigue con su particular estilo los pasos de Ruben Dario, Santos Chocno, Salvador Rueda etc., pero manteniendo su propia personalidad.


Es un escritor vibrante, activo ya la vez le da sonoridad y ritmo a su poesía.
Entre sus obras destacar Adelfas, Los hombres y los días, Antología poética etc.
Murió en mil novecientos ochenta y dos en su tierra natal.


OTOÑO EN EL RETIRO

Caen las hojas sobre los caminos…
Cada árbol es una mujer honrada
que va quedando hasta los pies desnuda,
como en el fondo del jardín la estatua.


Sólo las primitivas
figuras de Don Sancho y Doña Urraca,
con sus rudos ropones de invierno,
están dispuestas a escalar montañas.
a cazar osos y a tumbar rebecos
en el inmenso farallón del alba,
Es el tremendo ayer en roca viva.
La hiedra, al sol, es una verde llaga.


Sinapismos multicolores:
Avenida de Cuba, Uruguay, Nicaragua,
como sufriendo por el sol nativo
estas evocaciones hispanoamericanas.
En el silencio armónico,
la vida va tejiendo una mortaja;


las agujas del frio, en las manos del aire,
quieren coser la tarde que se escapa.
El estanque, océano de verbena,
ya no luce las velas desplegadas.
Naufragaron las voces de los niños
en los ojos muertos del agua.


Las sirenas de bronce miran en el espejo
sus contornos desnudos y sus colas doradas;
el sol, entre las nubes rocallosas,
es un erizo de oro de las marismas cántabras.
Tras los gruesos barrotes del parque zoológico,
húmedas las pupilas de infinitas nostalgias,
majestuoso y magnifico,
con la felpa del cuerpo como el manto de un Papa,
¡hay un macho cabrío de barbas apostólicas,
soñando con el broce de la sirena en llamas!
--o0o--


Espero que os haya gustado este poema.
Sed felices
Antonio

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