domingo, 20 de noviembre de 2016

Otra docena de rosas para tí

He recolectado una docena de rosas para ti. Y no les he puesto tu nombre, ni el tuyo, ni el de otro, ni siquiera el mio, porque sus creadores, perdón sus trasformadores, ya se lo han puesto, pero todas como tu se deberían llamar Soledad.




¿Por qué? Sencillamente porque siendo todas de la Rosaleda de Madrid, la del Parque del Oeste, todas son independientes, en el fondo están solas desde que nacen hasta que la siguiente generación les roba el protagonismo.
Hoy te he visto en cada una de esas soledades que reflejan esa docena de rosas que te dedico a ti, y a ti también y a aquella otra también, que os encontráis en la soledad terrible de los que no tienen compañía, o la soledad de los amores perdidos, de los amores descafeinados o aun peor en la soledad de los amores traicionados.
Qué triste es tu soledad, Soledad, como es la mía; soledades acompañadas, la peores soledades. Y todo porque el mundo vive en un constante tintineo de calderilla en el que los valores humanos están desapareciendo, como si hubiese algo o alguien interesado en que así sea. Enseñanzas baratas, humanidades arrojadas al fondo de la papelera y facilidad para que se haga al hombre cada vez más vacío, un personaje fácil de estructurar y de definir. Un hombre, y en el van ambos géneros, cada vez más solo y mas egocéntrico, sin capacidad de replica, porqué la soledad se cierne a su alrededor y no tiene a quien recurrir, ni en que pensar. Las maquinas han sustituido al pensamiento y el hombre está solo, como tu, también como tú y como yo
Por eso, esta docena de rosas son para ti Soledad, y para ti, te llames como te llames, incluso para mí, que también estoy solo en un mundo cada vez más lejano.
Y te veo tan sola, que cuando te miro a los ojos, Soledad, y a ti, y al otro, veo en esos ojos aquellos otros ojos de terror del perdido, desconcertado, angustiado, olvidado en un mar desolado e infinito, como el de los emigrantes cuando los ves en esas pateras a la deriva con los ojos fuera de sus órbitas, que no te permite abrazar a nadie en un momento determinado. Y como me gustaría a mi abrazarte.
No es bueno estar solo, por eso te dedico a ti Soledad esta docena de rosas, y a ti, y a aquel de allí también y a mí, para que por lo menos nos sirvan de lazo de unión; nos unan.

Aquí te dejo la docena, a ti Soledad, y a ti también y al otro y a mi….


OTRA DOCENA DE ROSAS PARA TI.....  Y PARA MI

Rosa  Mathias Meilland. Sola pero apasionada.


Rosa Dr. Fleming. Hermosa como el descubrimiento de la pelicilina


Rosa Folklore. En sus formas cuasi perfectas está la melodía.


Rosa numero 77 del concurso anual. Si no tiene nombre la llamaremos Soledad


Rosa Medalla de Oro. Sonrojada por tal distinción


Rosa Leo Ferre. Me imagino que estará dedicada al compositor francés que llevba ese nombre


Rosa ADAphyriI. Colores llamativos, gracia y juventud en sus movimientos. Moderna


Esta rosa ha sido elegida por votación popular Rosa de Madrid


Clasica. Se llama Pink la Sevillana. Y tiene todo el aire y la gracia del sol de Andalucia


Se bautizo con el nombr Sweet home. Precioso capullo que sin duda será una belleza


Esconde su belleza esta Pinkpanther  disimulada entre unas rosas poco evolucionadas.


DELviras me pusieron. Da la sensación que las mayúsculas quieren borrar el resto del nombre


Nada mas por hoy. Espero que cinco minutos de soledad se pierdan mientras mires estas fotos; y que una sonrisa aparezca en la comisura de vuestros labios, como en los de Soledad, o en los míos, que haga penetrar un poco de calor a vuestro corazón.
Sed felices.
Antonio

jueves, 17 de noviembre de 2016

Flores con poesía CCLXXXVI: Elena y María (S.XIII)

Hoy vamos a leer los versos de un juglar, cuyo nombre desconocemos, que escribió una sátira burlesca, si así se puede llamar, entre dos mujeres, Elena y María, que se disputaban cual era el mejor amante de las dos.


María, que tenia por amante a un clérigo, decía que estos eran los mejores.
Por otro lado, Elena, amante de un caballero, contesta que no, que el mejor amante es el caballero.
Esta escrito el poema hacia finales del S.XIII y es de las primeras obras de tipo burlón o satírico que se escriben en nuestro idioma.
Fue D. Ramón Menéndez Pidal quien descubrió este poemilla que se compone de unos cuatrocientos versos pareados casi todos en consonante y sus medidas oscilan entre nueve y siete silabas. Así mismo, indica Menéndez Pidal, que el que lo escribió debía ser de origen leones por algunos giros gramaticales del poema.


Yo os lo pongo en el castellano del momento.
Las palabras subrayadas están en un pequeño diccionario que os coloco abajo.
Espero que os guste el fragmento elegido.

DISPUTA POR EL MEJOR AMANTE ENTRE ELENA Y MARÍA
(Elena le dice a María que su amante no vale en tono despectivo, mientras ensalza a su caballero)

En el palacio anda mi amigo,
mas non ha fambre nin frío;
anda vestido e calçado
e bien encavalgado;
acompáñanlo caballeros
e sírvenlo escuderos;
danle grandes soldadas
e abasta a las campañas.


Cuando al palacio vien,
apuesto e muy bien,
con armas e con cavallos
e con escuderos e con vasallos,
siempre trae açores
e con falcones de los mejores;
cuando vien riberando
a las aves matando,
butores et avutardas
e otras aves tantas,
cuando al palacio llega.
¡Dios, qué bien semeja!:
açores  gritando,
cavallos relinchando,
alegre vien, e cantando,
palabras de cortes fabrando.


A mi tien onrrada,
vestida e calçada;
vísteme de cendal
e de al que mas val.
Créasme de cierto
que más val (¿concierto?)
un beso de infançón,
que cinco de abadon,
commo el tu barbirrapado
que siempre anda en su capa encerrado,
que la cabeça e la barva e el pescueço
non semeja senon escuezo.
Mas el cuidado mayor
que ha aquel tu señor,
de su salterio rezar,


e sus molaziellos enseñar;
la batalla faz con sus manos
cuando bautiza sus afijados;
comer e gastar
e dormir e folgar,
fijas de omnes ennartar,
casadas o por casar.
No val nenguna ren
qui non sabe de mal e de bien:
que el mío sabe dello e dello
e val más por ello.
--o0o--



A continuación os he puesto un pequeño diccionario de las palabras que aparecen en el poema, un castellano del S.XIII. He colocado las palabras en el orden que van apareciendo en el poemilla.
Espero que os sirva.

PEQUEÑO DICCIONARIO

Soldada              Sueldo del caballero o soldado
Abasta                          Abastece
Falcones             Halcones
Riberando          Avanzar alo largo de un rio o arroyo
Butores                        (¿Podrian ser buitres?)
Cendal                          Tela muy fina de seda o satén
Créasme              Créeme
Abadón                        Despectivo de Abad o monje sin cargo
Escuezo              Al desagradable, escozor
Salterio                        Libro de rezos o canticos sagrados
Molaziellos                  Monaguillos
Afijados              Ahijados
Folgar                           Hacer el amor
Ennartar              Engañar e incluso podría ser también embrujar
Val                      Vale
Nada mas por hoy. Espero que os haya gustado
Sed felices

Antonio 

lunes, 14 de noviembre de 2016

Rincones bucolicos de La Jarosa (Guadarrama)

Hace fresco. El cielo está encapotado y un velo gris cubre los picos altos del Sistema Central en Guadarrama, este sábado del mes de noviembre.
En las orillas del pantano, otras personas, como yo, buscan cargar las pilas admirando una naturaleza que el hombre ha creado para su solaz y a la que la naturaleza le pone un maravilloso decorado.
Dejo la orilla y le doy la espalda al agua.


Busco con mis ojos ese bosque, por llamarlo de alguna manera, que separa la orilla de la presa del pinar que asciende desde allí a las cumbres.
Con cada fotografía, tengo la extraña sensación, ya quisiera yo que fuera verdad, que estoy copiando a aquellos pintores del XIX , de su segunda mitad, que se encontraban a caballo entre el romanticismo, con sus cuadros oscuro y detallados y el impresionismo que ya apuntaba fuertemente.


Paisajes de tonos sombríos a veces y otras de una luminosidad increíble.
Hoy, toca el paisaje triste por la falta de sol. Esos árboles que son capaces de convivir unos con otros, lo que tenemos que aprender, robles con fresnos, olmos, chopos y pinos, sin olvidarse de vez en cuando de los arbustos espinosos que aprovechan un despiste para ocupar su sitio.


Mientras escribo la quinta sinfonía de Mahler me acompaña introduciéndose conmigo en cada rincón que veo en los temas fotografiados. Pasamos de la estridencia sonora de los instrumentos de viento al acompasado son de las cuerdas. Luego de repente, como el paisaje, estalla en un sinfín de notas sublimes que realzan lo que veo de aquellos instantes del sábado pasado.


Los fresnos, con sus hojas amarillas, sin desmochar han ido tomando formas a su libre albedrío. Los robles en cambio se yerguen altivos mirando hacia el cielo e intentando ocupar el sitio. Unas hojas caen llevadas por el viento, como si la música de Mahler las acompañara.


Pero allí fuera, solo el rumor de mis pisadas sobre las hojas caídas es lo que escuchaba.
En estos lugares parece que a la gente no le gusta adentrarse, en cambio hay infinidad de detalles que marcan que dentro de unos días el paisaje habrá cambiado totalmente. Los restos de las hierbas veraniegas comienzan a tumbarse por el peso del rocío de la noche y el suelo se nutre de una nueva capa de hierba.


La pradera esta húmeda. Junto a la encina quedan los restos de las cabezas del fruto. Seguramente los jabalíes han dado cuenta de sus bellotas durante las noches pasadas. No queda ni una, solo restos de su boina y si un sin fin de hojas y hocicadas por el suelo.
Tengo que volver y mis pasos se resisten a salir al mundo real donde he de encontrarme con los problemas, las discusiones, la mierda de la política y la rareza humana que no se da cuenta que se puede disfrutar sin tener que tener un teléfono constantemente en uso.


No creo que en los alrededores nadie esté buscando un muñeco de esos electrónicos que todos intentan cazar por todas partes. Aquí, en mitad del campo, solo se caza tranquilidad, sosiego y belleza, que creo que son suficientemente importantes como para no desperdiciarlos.


Miro por ultima vez a mi alrededor y me decido a entrar en la zona habitada, aquella llena de coches, entre ellos el mío, y donde un chiringuito llena de satisfacción a los que desean tomarse un buen refrigerio.
Arranco… Volveré entre semana que se que estará todo vacío.


Sed felices

Antonio 

martes, 8 de noviembre de 2016

Flores con poesia CCLXXXV: Confesión.

Nos encontramos hoy ante un hombre de letras que toco casi todos los géneros literarios, desde la poesía a la crítica del arte y la música.
Nació en Madrid en mil novecientos once y es en esta ciudad donde Manuel Sánchez Camargo viviría toda su vida.

Rosa de nombre Sevillana

Aquí estudió Derecho y en Filosofía y Letras obtuvo el doctorado.
Terminados sus estudios toma dos caminos totalmente diferentes.
Por un lado se dedica al periodismo y a la crítica de arte y por otro lado se dedica a la enseñanza ganando la Cátedra de Literatura en el Instituto San Isidro de Madrid.
Como periodista trabajo en distintos diarios; como crítico de arte era requerido para su presencia en distintos certámenes.
Le fue concedido el Premio Nacional de Literatura en mil novecientos cuarenta y cinco, por un libro sobre el pintor Gutiérrez Solana.

Rosa Louis Bleriot

En la parte que a nosotros nos compete, la poesía, puede decirse que Manuel Sánchez Camargo es un poeta íntimo, postmodernista de la época de los "ismos", (periodo que abarca desde mil novecientos veinte a mil novecientos cincuenta y cuatro aproximadamente), que le da a sus estrofas  un lirismo increíble y un ritmo maravilloso.
Murió repentinamente en Madrid debido a una enfermedad cardiaca en mil novecientos sesenta y siete.
Os he escogido para hoy un poema titulado Confesión.

CONFESION

Yo quiero confesar al oído del aire,
móvil confesionario que vive entre los cielos,
un pecado pasado cometido en la arena,
a la sombra del árbol de mi vida presente.
Mis manos en cien ramas detuvieron al viento,
haciéndolo redondo, viva esfera imparable.

Rosa Breath of life


Al venerable aire humedoso de besos
lanzados desde todas las perdidas ventanas,
quiero confesar mi pecado pesado,
cometido en la extensa habitación del campo.
Tuvo la gran culpa la sorpresa del verde,
cansado de aguardar en el invierno.
Y tuvo la gran culpa el agua,
que en su espalda, en torrente discreto,
desnudó su desnudo. Y el sol,
que entre las hojas fingía en desmayarse en gritos amarillos.

Otra rosa Sevillana

Y su boca, la gran herida cuajada de gotas,
que pidió que besara el dolor de los fríos.
¡Como reía el aire sometido en las hojas
al ver roto mi cuerpo entre mil primaveras,
brotes de otras flores en su estatua olvidada!
Después pasaron los amigos del hombre
conducidos al retorno de los sitios discretos,
donde hay hogares ciertos en los tristes inviernos.
Ella quedó perdida. Yo marché con el viento.
--o0o--

Rosa de nombre ADAphyri 

Espero que os haya gustado. 
Sed felices.

Antonio 

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Cuando el cielo pinta.




He salido a dar un paseo y me llevo las maquinas.
Según salgo por el portal noto una curiosa luz en el ambiente y, como el que sabe que va a llover, me doy cuenta de que el cielo quiere representar hoy una increíble escena.


Me adentro solo en la parcela de siempre; solo pero con el recuerdo puesto en ti.
Observo como poco a poco el astro rey va derecho hacia el lecho, cansado después de tantas energías consumidas.
La luna lo observa escondida en un velo transparente de nubes altas.
El sol ha desaparecido. El aire se vuelve fresco. El cielo comienza a apagarse.
Me acuerdo de ti y me gustaría tenerte al lado. No puede ser,
El cielo comienza a dibujar y su paleta de colores es infinita.
Mis sentimientos son de gozo mezclado con angustia y con pena.
Comienzan a hacer una tras otras las fotos
Comienza a hacerse de noche.
Otra vez solo.
--o0o--
Hasta aquí el escrito. Ahora una a una cada foto de esta tarde por riguroso orden,
















































Sed felices

Antonio

Flores con poesía CCLXXXIV. Frente al vivir, soledad (Soneto)

Nace nuestro poeta en una familia acomodada de Granada en mil novecientos diez.
En su ciudad natal, Luis Rosales Camacho, pasa toda su niñez y juventud, estudiando en su universidad Derecho así como Filosofía y Letras.


Pronto se interesa por la poesía  y acude a las reuniones que se celebran en El Rinconcillo, donde comparte pasión y amistad con poetas como Lorca, Amigo, Gómez Arboleya y otros.
Los dos primeros murieron tragicamente en bandos distintos y es por ello que Luis Rosales Camacho, en plena Guerra Civil escribe La Voz de los Muertos. En su casa granadina se había refugiado Lorca que fue sacado por los falangistas y Amigo, que era catedrático en Ronda, fue tirado desde el viaducto que cruza el Tajo rondeño por los milicianos.
En Madrid, ya después de la guerra sigue escribiendo poesía y alcanza grandes premios literarios y entra en la Real Academia Española como miembro de pleno derecho en mil novecientos sesenta y dos.
Recibe el Cervantes en mil novecientos ochenta y dos.
Escritor en numerosas revistas de poesía, grandes publicaciones diarias y especializadas, gran orador y conferenciante.
Murió en Madrid en mil novecientos noventa y dos.
Se puede decir de Rosales que es inicialmente un clásico seguidor de Garcilaso para terminar en un modernismo surrealista.


Su poesía es intimista, espiritual, amorosa y recordatoria inicialmente, de hondo calado garcilasista, para pasar poco a poco a acercarse  la poesía surrealista, concreta y falta de adjetivos.
Os dejo un soneto titulado: Frente al vivir, soledad.

SONETO

¿No eres mi gozo tú? Ya está vencida
mi soledad de incienso en el acanto,
la soledad viril donde levanto
la esperanza de ser frente a la vida.


¿No era eterno el amor? Ya está perdida
la guirnalda de nieve del encanto;
silencio tiene el mar que amaste tanto,
silencio el corazón que no te olvida.


¿No era tiempo el dolor? Ya el viento ordena
la espuma de tu leve arquitectura,
ya el cielo se detiene en tu hermosura;


recordarte es vivir, ¡ay!, siempre ajena
soledad de varón henchida y plena,
¿no es más alta tu voz, no es más oscura?
--o0o--


Sed felices.

Antonio