Nunca me había pasado que alguien en mitad del monte me dijese que vaya máquina llevaba cuando ella también portaba una Nikon encima.
Era la vigilante de pesca de la presa y allí estuvimos comentando nuestras fotos y nuestras aventuras. La verdad es que me pareció una mujer estupenda.
Trabajo interesante que te permite estar en contacto con la naturaleza, observarla y protegerla de algún modo.
El paseo de ayer fue precioso. Lo dividí en dos partes; la primera de ejercicio físico aprovechando el frescor de la mañana y el segundo de ejercicio fotográfico y de meditación. Lo bueno de ir al campo a ver que “se caza”, es que entre foto y foto puedes pensar, recordar e intentar adivinar. Son muchos los recuerdos que cuando recorres lugares de tu infancia y tu juventud te vienen a la memoria; incluso puedes saborear triunfos y fracasos, mientras persigues con la vista a una mariposa hasta que esta se posa en algún lugar.
Ya, cuando los años te van dejando canas e inconvenientes, se notan sobre todo al levantarte del suelo donde te has tumbado para hacer una foto, muchas veces pienso que el hombre para ser perfecto debería tener una manivela para poder retroceder una vez en el tiempo sin perder los conocimientos adquiridos.
La semana que viene voy a cambiar la zona de capturas fotográficas. Me voy a adentrar en los pinares de las cumbres serranas a ver que aparece delante del objetivo y si se deja fotografiar. Y quizás baje también a los llanos segovianos a fotografiar varias iglesias románicas y los bichos que me salgan alrededor.
Bueno, creo que ya está bien de rollo y que es mejor pasar al popurrí de hoy
Mariposa de los olmos libando en una zarza.
Abejorro buscandopolen que ya lleva adosado a su pata
Preciosa mariposa que tiene su lengua recogida. Me estuvo mirando sin moverse cinco minutos
Araña estirada cuan larga es, esperando su comida.
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