Esta mañana he salido tarde y cuando he llegado a mi destino el calor había hecho agazaparse a la mayoría de los insectos. Incluso tumbado sobre las hierbas de la orilla me ha sido imposible siquiera encontrar arañas que pululasen por ellas.
Durante el paseo tres mariposas, unos chinches y otros insectos que apareándose ocupaban en grupo de cuatro una deshojada margarita de la manzanilla. Y una pequeña libélula se resguardaba del aire entre los tallos fuertes y verdes de los juncos de ribera.
En la orilla del pantano se oía el salto de las truchas intentando conseguir algún insecto que volaba sobre ellas y en sus aguas se reflejaban unas pequeñas nubes que presagian un cambio de tiempo que llegará en cualquier momento.
Muy bueno
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